Sobre el Amor, va el SEXO

¿R + L?

   Estaba decidido. Robbie iba a invitar a salir a Lisange por primera vez, lo que había deseado por años estaba a punto de suceder. Claro que no tenía en cuenta que la chica en cuestión era más torta que la chocotorta, pero no lo sabía, claro.

   Fue a su casa (Tanto tiempo de acoso valió la pena), tembloroso pero seguro, tocó el timbre de el departamento en el cual vivía. Lisange contestó con una voz de madrugada que no podía con ella: ¿Quien es?

   Robbie contestó a los pocos segundos y, con una voz de desagrado increíble le preguntó que quería. Le dijo que le gustaría hablar con ella un segundo, seguido de eso, el portero automático sonó dejando abierta la puerta de el edificio como las piernas de una bailarina exótica.

   Subió hasta el séptimo piso y tocó la puerta. Lisange, ya cambiada para que él no se excitara por su bata de "recién despierta", le abrió y pasó nervioso hasta la sala. Se sentaron en un sillón, y le preguntó que era tan importante como para venir a su casa a la 8:37 de la mañana. Con una voz quebradiza y chillona, Robbie le preguntó, si le gustaría cenar con él en el restaurante más caro de la ciudad (De verdad quería impresionarla).

   Lisange fingió tener ganas de ir al baño antes de que terminara de decir donde iban a cenar. Al entrar se mostró disgustada sobre salir a cenar con el chico mas acosador de la historia, pero pensó que, tal vez, si iba con el a cenar dejaría de acosarla cuando le haga una propuesta indecente, ella lo rechazara "sutilmente".

   Aceptó con todo el odio de su corazón, ya que lo que más temía, era que la chica de cabellos dorados la encontrara en una cita con un chico.