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|Min YoonGi.|

|POV JIMIN.|

Había tenido días atareados, pero ninguno se comparaba con este. Las bajas temperaturas que habían presentado estos días, obligaban al cliente a buscar una fuente de calor para no morir de frío; la cafetería entonces... era exactamente esa fuente de calor. Los clientes venían en multitud y el espacio en el lugar cada vez disminuía. 

No era como si no lo esperara, pero realmente sentía que mi capacidad no era la suficiente como para lograr atender a más de diez personas al mismo tiempo, más aún cuando el humor de muchos clientes debido al frío no era el más adecuado. Retuve más de un insulto y me obligué a mantener la calma, no quería perder mi empleo.

—Jimin, mesa 2, 5 y 9— Observé a Taehyung entregándome los pedidos. 

Suspiré mientras lo tomaba, preparándome mentalmente para las cuestiones a cerca del porqué han tardado demasiado en traer el café. Evidentemente solo podría limitarme a ofrecer una disculpa, mientras los furiosos e impacientes clientes maldecían a mis espaldas. 

Dos horas más tarde, cuando el reloj marcó las nueve en punto, presentando así que mi turno y el de mi mejor amigo habían finalizado, limpié con el dorso de mi mano una gota de sudor. La cafetería comenzó a vaciarse rápidamente, aunque en caso de que aún hubiesen personas dentro, en el fondo no estaba dispuesto a cubrir horas extras. Había perdido mis dos horas de comida y mi estómago gruñía demasiado.

Taehyung salió de la sala de empleados, sosteniendo mi cazadora y entregándomela. La tomé y me la coloqué. Me di cuenta entonces que el frío infernal del invierno no había logrado tener efecto en mí debido a la gran cantidad de trabajo en el día que me había mantenido ocupado lo suficiente como para no sentirlo.

—Tengo mucha hambre— Murmuré mientras metía ambas manos en los bolsillos de la cazadora— Conozco un lugar cerca de aquí donde venden un delicioso pollo y debido a que sé que tú tampoco has comido, me gustaría que me acompañaras.

Nos despedimos de inmediato de DongWo, mientras salíamos con rapidez, evitando así algún llamado de atención o alguna cuestión que nos quitara tiempo. Observé a Tae, ni siquiera había respondido, aunque en el fondo sabía que mi invitación no había sido una pregunta. 

—¿Y? ¿Qué dices?— Insistí. 

Hubo un balbuceo cuando volvía a pregunta, Taehyung evadió mi mirada en todo momento y jugo con los dedos de sus manos mientras caminábamos sin rumbo. 

Los últimos días había sentido que, de algún modo, estaba perdiéndolo. Ya ni siquiera había sábados de películas o salidas a comer en nuestras horas libres de trabajo. Incluso, a pesar de que fingiera que no me daba cuenta, él había cambiado sus dos horas de comida después de las mías, por lo tanto no compartíamos más que nuestras horas laborales.

No quería preguntar y enterarme de que todo era causa de su nuevo prospecto a noviazgo, mucho menos quería sentirme mal porque de algún modo comenzaba a sentir el "reemplazo". Era mi mejor y de algún modo, sentía que esa relación iba a alejarlo de mí. Sonaba egoísta, era consciente de las palabras que estaba diciendo y el gran efecto negativo que tenían sobre mí e incluso sobre él, pero desde que había llegado a la gran ciudad de Seúl, Kim Taehyung era la única compañía que tenía. 

—Tengo planes, Jimin.

Su voz fue tan baja, que por un momento creí que estaba dudando en haberlo soltado. 

Torcí la boca, reteniendo así la sensación torturante que me invadió el cuerpo detrás del engaño. De algún modo, sentía que estaba yendo en contra de nosotros, aunque de algún modo u otro, no podía reprochar al respecto.