|•AWAKE•| →YoonMin←

|Danger.|

Y en medio de su perplejidad, entre el arduo trabajo que ejercía su pecho cuando intentaba recuperar el aliento que perdió cuando sus miradas se encontraron, se vio a sí mismo obligándose a no perder la cabeza. Sus manos sudaron, situación que se convirtió en lo más absurdo cuando las temperaturas bajas del invierno deberían surtir un efecto diferente en su cuerpo.

Pero más allá de la sensación física que consumía su razón, lo que logró captar su atención fue la forma discreta en que media sonrisa decoró los labios rosas del pelimenta, no encontró la respuesta a la cuestión que vagaba por su mente, aquella duda que le perforaba el cráneo, ¿miedo o excitación?

Ese miedo que se apoderaba de su cuerpo cada vez que en sus sueños le veía, atado a él como su sombra, como sus propias respiraciones, aferrado a vivir. Podía ver en sus ojos, esa sombra extraña que no podía reconocer pero que le trasmitía cierta familiaridad que le dejaba helado por completo, entumecido.

YoonGi. Agus. YoonGi. Agus. YoonGi. Agus.

¿Cuál era la diferencia? ¿Sólo su estilo? ¿Su cabello? ¿O acaso era aquella sensación extraña pero existencial que los diferenciaba a ambos cuando pensaba en cada uno?

En ese momento, con YoonGi, no había nada más que temor, miedo cuando sus ojos le miraban fijamente y su cuerpo se estremecía, temblando en su lugar, era como si estuviese matándolo vilmente, como si en sus ojos pudiese ver sus peores pesadillas. Y justo después estaba Agus, quien era amenazante, controlador, calculador... dominante, pero incluso sobre todas esas descripciones, había algo en él que le parecía atractivo, peligroso, pero sumamente excitante.

¿Esa era la verdadera diferencia? ¿Lo irreal que era Agus en sus sueños y lo verdadero que se sentía YoonGi en su realidad?

Y justo cuando la mano fría de YoonGi se alejó de su tacto, sólo en ese momento fue capaz de enfrentarles a ambos. La mirada de Taehyung que le perforaba como dagas, pero que en el fondo parecía sumamente perturbado ante su rostro pálido. Jimin pasó saliva, deshaciendo el nudo que se formó en su garganta y sintiendo dolor ante el acto.

Perdió la voz y el hilo de las palabras. El sentido absorto que le hizo perder la cordura y balbucear cuando aclaró su garganta, simplemente le hizo quedar como un idiota.

—No quiero parecer descortés— Dio un paso hacia atrás y observó a Taehyung, quien le miraba extrañado— Pero tengo que irme. Agradezco la invitación y espero que ambos tengan una cena agradable.

Dio una reverencia, la cual YoonGi respondió y justo cuando ambos se observaron, lo único que pudo percibir y el punto culminante que le obligó a casi salir corriendo, fue la forma en que pudo leer en los labios de YoonGi, un claro "Hasta luego, Jiminnie."

—Pero, no has comido nada, Jimin— Murmuró Tae preocupado— Al menos acompáñanos a cenar y después puedes irte si lo deseas.

Jimin negó desesperadamente, completamente aturdido.

—Estoy bien, TaeTae— Aseguró, evitando en todo momento la mirada de YoonGi— Compraré algo para llevar, descuida.

Taehyung hizo una mueca.

—¿Estás seguro?

—Absolutamente.

El rubio asintió.

—De acuerdo.

Y casi por instinto, rápidamente salió del restaurante, sin importarle en lo absoluto cuan maleducado se viese el que no se despidiera de ambos chicos.

Tenía miedo, sensación que se hizo evidente cuando sus manos temblaron y su rostro pálido reflejó de inmediato cada una de las emociones revueltas de incertidumbre que obligaban a su mente a perderse en millones de teorías.