Capítulo 8

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Lauren no puede creer lo que esta viendo, no le hace falta mirar a la chica a la cara para saber quien es, con su silueta le basta para diferenciarla. Por su lado Camila no consigue abrir la puerta y decide rendirse, sentándose lo más alejada posible de la otra chica.

-No muerdo, ¿lo sabes verdad?- comenta la morena al ver la actitud de Camila- ¿pasa algo?

-Sí, esta maldita puerta no se abre y ahora tu y yo estamos aquí encerradas hasta quien sabe cuando- explica Camila apuntando hacia la puerta.

Lauren se levanta, ajustándose la toalla al cuerpo y caminando hacia la puerta. Agarra el pomo y da un fuerte tirón, sin conseguir que se abra. Sigue intentando y poco a poco la toalla se va soltando, hasta que termina por caerse. Por unos segundos Camila piensa que la morena iba a quedar desnuda en frente suya, pero cuando la mira detenidamente se da cuenta de que lleva el bikini debajo.

-Esto es imposible de abrir- asegura Lauren- siento que tengas que quedarte un rato conmigo Señorita Cabello.

-¿Por qué llevas el traje de baño debajo de la toalla?- pregunta la castaña descaradamente.

Lauren sonríe ante la pregunta porque Camila le acaba de confirmar que la estaba mirando detenidamente. Antes de volver al mismo sitio de antes, aprovecha para agacharse y recoger la toalla del suelo.

-No me gusta la sensación de tener todo el cuerpo sudado- responde Lauren- bueno, no cuando estoy sola.

Camila traga fuertemente cuando escucha la respuesta de la jugadora, decide apartar la mirada de ella y recostarse en el banco a esperar que pase el tiempo. No han pasado ni cinco minutos y Camila ya quiere salir de allí, después de varios suspiros Lauren se cansa y dirige su mirada hacia la co-entrenadora.

-¿Podrías parar de suspirar? No eres la única a la que no le gusta la compañía- le recuerda- acomódate y relájate, que esto va para largo.

-¿Cómo que va para largo?¿Qué quieres decir?

-Que hasta que no vengan las personas encargadas de la limpieza del vestuario no podemos salir de aquí.

-¿Eso a que hora es?

-Pues seguramente en una hora- responde- eres la jefa, ¿no deberías saber eso?

-Soy la administradora de la dirección técnica del equipo, no tengo nada que ver con los servicios del campo- explica Camila cansada.

-Ah, no lo sabía- se sorprende Lauren- perdona.

Camila se sorprende ante las palabras de la ojiverde, se levanta y deja la toalla a un lado y no puede evitar empezar a caminar de un lado a otro nerviosa.

-¿Qué te pasa?

-Que esto no está bien- Lauren iba a contestar, pero Camila sigue hablando- no podemos estar a esta temperatura durante tanto tiempo.

-Se puede controlar desde dentro también- indica Lauren, la chica se levanta y se acerca a un pequeño panel que esta pintado de color madera, lo abre y muestra una pantalla.

Camila se acerca rápidamente y empieza a bajar la temperatura unos grados, pero decide hacerlo poco a poco para no notar el cambio instantáneamente. Lauren se retira, dandole a la castaña su espacio y volviendo al lugar de antes. Durante un rato se quedan las dos en silencio, Camila pendiente del termostato y Lauren perdida en sus pensamientos.

Es cuando la temperatura de la habitación es soportable, Camila empieza a aburrirse y a impacientarse por salir del lugar. Inconscientemente comienza a mover la pierna, la cual hace que el silencio se vea sustituido por un leve golpeo periódico. La ojiverde gira la cabeza rápidamente y mira fijamente a la otra chica, quien se da cuenta de ello.

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