↠Stay High ❮PARADA❯(William Moseley FanFiction)

Capítulo 2: ¡Londres, al fin!

Narra Ágata

Bueno, aquí estoy yo, Ágata Lerreiro, esperando en el aeropuerto de Barajas a subir al avión.
Llevo 20 minutos esperando aquí sentada viendo vídeos en YouTube. Aunque agradezco haber pasado ya los controles, haber facturado las maletas, haber llegado a las  puertas de embarque después matar a mis piernas por tanto andar y bla, bla, bla...
Menos mal que me llevé la cámara para grabar y hacer unas cuantas estupideces y no morir de aburrimiento. Además, así me ahorro tener que pensar una idea para un vídeo. Mato dos pájaros de un tiro.

Después de esperar otros 15 minutos más, me subí al avión.

Busqué mi asiento y dejé mi bolsa en el compartimento que había encima de mi sitio. Mi sorpresa fue que mi compañero de asiento, era un buenorro rubio de ojos azules.
-Inglés fijo. -me digo a mí misma.

Nada más sentarme, pusieron el típico vídeo de seguridad. Qué hacer en caso de emergencia, que apaguemos los móviles o que pongamos el modo avión, que no nos podemos levantar, etc, etc...
En esos momentos, que supiera ingles, me daba seguridad. (Soy rara, ¿O.K?)

El viaje se me pasó bastante bien. En medio de el, nos dieron unos burritos que estaban bastante buenos, aunque picaban un montonazo.
En serio, no me llegan a dar una botella de agua y mi boca muere abrasada de lo que picaba eso, lo juro.

Para que se me pasara más rápido, me puse a escuchar música en mi IPhone.
Simon & Garfunkel y Rihanna me hacían el viaje de 2 horas más llevadero.
Y sí me gusta mucho Rihanna y Simon & Garfunkel. Ya he dicho que soy rara.

Al aterrizar, cogí mis cosas e intenté salir lo más rápido que pude entre la multitud. Tessa estaba esperando desde hace unos 20 minutos, no quería hacerla esperar más.
Fui a recoger mi gran maleta y me dirigí a la entrada del aeropuerto de Heathrow.

Mirando entre la multitud de gente que había allí, en el fondo, encontré a Tessa rastreando la entrada en mí busca.

Me fui acercando a ella con una enorme sonrisa en la cara.
Ella al verme, vino corriendo a abrazarme.
-¡Bienvenida, Ágata! -me saluda la rubia entusiasmada. -¡No sabes cuantas ganas tenía ya de verte! -dice separandose y mirándome alegre.
Qué guapa es Tessa. Es rubia, de ojos verdes claritos y de mi altura. Un plus es que viste genial y se vé que la chica se asea. Ya van 2.
-Yo también tenía muchísimas ganar de conocerte, Tessa. -la contesto contenta. -Lo siento por hacerte esperar, pero es que había mucha gente y mí maleta no salía. -digo disculpándome.
-No te preocupes. Lo importante es que ya estás aquí. Vámonos a casa. -dice tirando de mi brazo.
Las dos nos dirigimos al aparcamiento.
Llegamos al que supongo que es el coche de Tessa.
-¿Es... tuyo? -digo contemplando el porche rojo.
-Sí. He estado ahorrando desde que tenía 14 años, y bueno... Te puedes imaginar todas las pagas que no me he gastado. -dice sonriendo de lado mientras abre el maletero.
Al meter mi maleta, me monto en el asiento de copiloto, el cual me resulta raro.
Se me había olvidado que los ingleses conducen por la izquierda, cosa que es muy rara en mi opinión. Pero bueno, ya me acostumbraré (o eso creo).

Tessa enciende el coche y la canción "Paradise" de Sade, empieza a sonar.
-¿Te gusta Sade? -la pregunto disfrutando de la canción.
-Mucho, ¿y a tí?
-Igual. Me encanta su voz. -la contesto moviendo mí cabeza al son de la música.

Nos dirigimos a casa cantando la canción, poniendo nuestra alma mientras la cantamos.

Tessa para el coche enfrente de una gran casa blanca de dos pisos. -Y aquí estamos. Bienvenida a tu nueva morada, Ágata. -dice Tessa saliendo del cohe y abriéndome la puerta cómo si yo fuera de la realeza, o algo parecido.

Cojo mi maleta y subo los 4 escalones que hay hasta la puerta. La puerta es de color verde oscuro y, pegados en ella, se encuentran los números dorados "471" y la letra "B".
Tessa saca las llaves y abre la puerta, entrando en el salón mientras deja las llaves sobre la mesa principal.

-Tu habitación es esa de ahí al fondo. -dice señalándome una habitación al fondo. -Ya he ordenado tus cosas y tal... Espero que te guste cómo la he decorado. -dice tímida.

Diréctamente abrazo a Tessa en respuesta de su esfuerzo por hacerme sentir bien. La empezaba a querer mucho.

Entré en mi habitación y... Flipé en colores. En serio. La madre de Dios padre, hijo y espíritu santo. Definitivamente queria a Tessa, pero con toda mi alma.

Era una habitación enorme. Las paredes estaban pintadas de un verde muy clarito, casi blanco. A la derecha de la habitación, había una litera enorme sin parte de abajo, osea sin cama abajo. En lugar de una cama debajo, había un escritorio de color blanco con muchos cajones y espacios sin cubrir para poner cajas, libros, ropa o lo que quisieras. La silla del escritorio era de un color verde muy vivo y de ruedas. Ya me estaba imaginando a mí escuchando música y dando vueltas con la silla por la habitación.

A la izquierda de la habitación, había un armario enorme de color verde vivo, igual del color de la silla. Obviamente, el armario está con toda mi ropa, y colocada. TODA. COLOCADA. Desde camisetas, vestidos, pantalones, vaqueros, ropa interior, calcetines, zapatos, botas... TODO. TODO ORDENADO. Dios, Tessa. Te amo. Eres la jodida hostia.

Y aquí es cuando ya, no puedo con mi alma. Juro que me caso con Tessa, me hago lesbiana si hace falta.

Una enorme libreria de color verde y blanco, con un millón de libros. Estaban: la trilogía de Los Juegos Del Hambre, The Maze Runner, Battle Royal, La Ladrona De Libros, Por Trece Razones, El Dador, Las Ventajas De Ser Un Marginado, El Guardián Entre El Centeno, Hermosas Criaturas y un millón más de libros. Toda la librería está complétamente llena. Pero hasta los topes.

Y adoro eso.

Lo adoro.

Pero hey, que todavía no he terminado. En el lado izquierdo, al fondo, aparte de 2 enormes ventanas, hay un sofá blanco y verde clarito y... Una. Tele. De. 80. Putas. Pulgadas.

Ya está, a la mierda. Me hago lesbiana y me caso con Tessa. Decidido. Esta mujer es la hostia.

Después de estar admirando la habitación, empiezo a deshacer la maleta, poniendo la ropa en el armario lo más ordenada que podía (no se me da muy bien ordenar, soy muy, MUY, vaga).

Cuando lo tengo todo ordenado, voy al salón a buscar a Tessa a darla las gracias por todo. Se ha debido de gastar un montonazo de pasta.

-Tessa, eres una delicia de persona. -digo abrazándola. -Muchísimas gracias por hacer todo esto y gastarte tanto dinero en mí. En serio, muchísimas gracias.

-No me las des, tonta. Me alegra mucho que te guste. -dice tranquilizándome. -Por cierto, tengo una pregunta. No sé si te va a gustar o no, pero... ¿A tí te gustan Las Crónicas De Narnia"?

-Si, ¿por?

-¿Quieres ir el viernes que viene a la premiere de la última peli conmigo?