↠Stay High ❮PARADA❯(William Moseley FanFiction)

Capítulo 6: Nuevos Amigos.

Narra William.

Osea, esta es la nueva compañera de piso de Tessa. La chica es bastante guapa.

Yo pensaba que era inglesa, cómo nosotros. Pero no, es española.
Se nota que lo es por que, a ver, es castaña y de ojos marrones, además del color de piel. No es tan pálida cómo nosotros.

Realmente, es muy guapa. Y es bastante más alta que Anna o George. Anna mide cómo 1,60, igual que George. Y Ágata mide cómo 7 u 8 cm más que ellas. Aún así, la saco dos cabezas por lo menos.
-Ponte cómoda, Ágata. Estás en tu casa. -dice Skandar.
-Gracias. -dice tímida sentándose en el sofá. Sigue flipando en colores, y la comprendo.
-¿Que os a parecido la película? -pregunto yo dando conversación.
-Ha estado muy bien. Me da bastante pena que no haya más... -dice Ágata un poco apenada.
-Imagínate nosotros, que llevamos 4 años juntos. -dice Skandar.
-Ya somos prácticamente familia. -dice Anna. -Por cierto, ¿Y George? -pregunta extrañada. Es verdad, ¿dónde está George?
-Nada más termimar la premiere, se ha ido a casa, ha cogido la maleta y se ha marchado a casa de sus padres. Cómo tiene lo de su hermano y tal... Ha querido irse lo antes posible.
-Ella tenía muchas ganas de conocerte, Ágata. -dice Skandar.
-Te lo tenías bien callado, cabrita. -dice Ágata acusando a Tessa con el dedo.
-¿Yo? Uy, si yo no me he callado nada, no sé de qué me hablas... -dice Tessa haciéndose la inocente.
A partir de ahí, bromeábamos todos, cada dos por tres.

Skandar y yo discutíamos sobre comida con Tessa (lo sé, es un tema de mucho debate y Tessa es una comilona profesional) Anna y Ágata hablaban y reían animádamente.

Dejé la conversación con Tessa y Skandar y me dirigí a la nevera.
Me apetecía una cerveza.

En un instante, ví cómo una melena castaña entraba por la puerta.
Era Ágata.
-¿Te cojo algo de beber? -la pregunto. Ella da un respingo al oir mi voz.
-Dios, que susto me has dado. -dice llevándose una mano al pecho. -Y no gracias, venía a por un vaso de agua. -dice abriendo el grifo y llenando el vaso.
-¿No quieres una? -la pregunto mientras saco otro botellín.
-No me apetece, pero gracias Will. -dice dándome una amplia sonrisa.

Mentiría si digo que no es la sonrisa más bonita que he visto en mucho tiempo.

-Eeem... ¿Tengo algo en la cara? -dice riéndose.
Mierda, me he quedado embobado. Pero dios, es que su sonrisa es... Especial. Y sí, sé que suena a mariconada.
-No, no es nada. -digo disculpándome avergonzado por mi comportamiento.

Ella me vuelve a sonreir.

¿Puede ser más mona? La respuesta es un no tan grande cómo una catedral.

-¿Puedo preguntarte algo? -dice Ágata.
-Sí, pregunta.
-¿A Tessa le gusta Skandar, a que sí? -me pregunta. Pues hombre, ahora que lo pienso puede ser que le guste. Siempre están muy juntitos y hay que admitir, que casi siempre que quedan juntos sólos, Tessa vuelve muy contenta. Pero tan contenta que es sospechoso.
-Pues ahora que lo preguntas, puede que sí. No lo sé seguro. -la respondo inseguro. -¿Por qué lo preguntas?
-Por cómo están de juntos y por cómo lo mira. Conozco esas miraditas. -dice con la sagacidad de Sherlock Holmes.
-Hombre, son muy buenos amigos, pero hay que decir que siempre ha habido química entre ellos. -la explico. -No me extrañaría que terminaran saliendo, si es que todavía no están juntos...
Ella asiente, mientras piensa.
¿Será que a ella le gusta Skandar? No le puede gustar, es 3 años más pequeño que ella.
Pero eso tampoco cambia que no le guste. Skandar ya está crecidito, y no me extrañaría que a Skandar le gustara Ágata. Con lo guapa que es...
-Bueno, yo me vuelvo con Anna. -dice Ágata saliendo por la puerta.
-¡Espera! ¿Quieres quedar mañana y te enseño Londres? -la pregunto de sopetón. -Si no tienes planes ya, claro...
No me pregunteis por qué lo he hecho. Quiero estar a solas con ella unas horitas. Quiero conocerla.
-Vale, me encantaría. -responde.
-Entonces, ¿te parece si mañana paso a por tí sobre las 5?
-O.K. -dice sonriendo satisfecha mientras sale de la cocina hacia el salón.

Narra Ágata.

Ya tengo planes para mañana, y encima con William, el hombre que ha hecho que se me caigan las bragas 3 veces, concrétamente.
-Hey, ¿de qué hablábais tú y mi primo? -me pregunta Tessa dándome unos codazos nada disimulados.
-Nada. De las ballenas blancas. -digo bromeando.
-Claro, ¿cómo no se me ha podido ocurrir? -dice siguiéndome el rollo.
-Es que Tessa... ¡Cómo te puedes olvidar de las ballenas blancas!
Ella se lleva las manos a la cabeza.
-Y esta señoras y señores es mi maravillosa compañera de piso. ¿A que es muy normal? -dice dándome un abrazo.
-Totálmente normal, demasiado normal. -dice Anna con sarcasmo.
-¡Normal dice! Es demasiado monótona. No ves cómo va vestida, es muy anticuada. -dice Skandar haciendo el papel de gay.
-Fuera coñas ahora, eres una tía de puta madre, Ágata. A ver si quedamos un día todas con George y hacemos noche de chicas. -dice Anna uniendose al abrazo.
-Ay sí, chicas. Que bien nos lo vamos a pasar. -dice Will uniendose al abrazo.
Nosotras nos partimos de risa.
-¡Oye! ¿Y yo que? -dice Skandar uniendose también.
Me han rodeado completamente, no tengo escapatoria posible.
-Chicos... Me-me estais ahogando... Soltadme... Por favor... -digo intentando respirar.
-Bueno, vamos a soltarla. Que al final la matamos. -dice Tessa.
Todos se sueltan y me dejan recuperar el aire.
-Gracias, que me estaba ahogando. -digo todavía recuperando el aire.
-Bueno, vámonos ya, ¿no? Que son ya las 12 de la noche. -dice Tessa.
-Vale. Bueno chicos, un placer conoceros. -digo contenta.
Esta vez, uno por uno me dan un abrazo.
Al llegar a Will me abraza cómo todos y me susurra:
-Nos vemos mañana, guapa.
Y ya van 4 veces en las que se me caen las bragas esta tarde por SU culpa.
Me separo de Will, y Tessa y yo salimos de la casa de Skandar hacia el coche.
-Entonces, ¿que te han parecido? -me pregunta Tessa.
-Son muy simpáticos. Muchísimas gracias por darme esta sorpresa. En serio, Te quiero. -digo flipando.
-Oissh. Que mona. Yo también te quiero.
Durante el viaje de vuelta a casa estuvimos hablando sobre todo lo que íbamos a hacer en este mes. Que me llevaría de compras, que saldríamos de fiesta y que bla, bla, bla...
Al llegar a casa, me quité la ropa, me puse el pijama y me metí en mi amplia y calentita cama-litera para dormir de una vez. Estaba demasiado cansada cuando llegamos de la premiere para después irme a conocer a gente, aunque ahora no me arrepienta de haber aceptado e ido.
Ya pensaré las cosas mejor mañana. Ahora quiero dormir.