Capítulo 7: A Solas

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Narra William

No puedo esperar a que lleguen las 5 para recoger a Ágata.

Quiero enseñarla cada lugar, sea importante o no, cada bar, cada fuente, cada Starbucks, cada atracción, cada persona de Londres.
Quiero que lo vea todo gracias a mí. Quiero que los descubra conmigo. Quiero que cuando recuerde todo esto, que me recuerde a mí. Que no nos olvide a ninguno de nosotros. Que nos tenga en su memoria por siempre.

Bueno, pues esas ansias que tengo de enseñarla todo y de verla no me están ayudando a que el tiempo pase más rápido. Los putos nervios me reconcomen
¡Y las putas 3 de la tarde no pasan ni a tiros! Y me enerva. Me enerva mucho.
Mira, me voy a ver Doctor Who y punto. A ver si se me mete otra cosa en la cabeza, al menos hasta dentro de una hora.

Narra Ágata.
Dios mío ¿que me pongo? ¿¡QUE COÑO ME PONGO?!
-Creo que la ropa es una buena opción. Aunque si quieres ir desnuda y enseñarle ese cuerpo serrano a mi primo... No creo que se queje. -dice Tessa coqueta. Un momento, ¿acabo de pensar en alto?
-Oh dios, que lista, Sherlock. -digo con sarcasmo.
-Elemental mi querida Ágata, elemental. -dice haciendo de Sherlock.
Esta chica está fatal, se nota. Pero bueno, está igual que yo, osea que... Sí, he elegido una buena compañera de piso.

Bueno, volviendo al problema inicial. ¿¡QUÉ COÑO ME PONGO?!
Me voy a desesperar cómo no encuentre algo normal. Por que no se dónde coño está la ropa normal.
Esto no. Esto tampoco. Esto está sucio. ¿Por qué tengo esta camiseta con un pony rosa? A la basura que va.
¡AJÁ! ¡TE ENCONTRÉ, PUTA!
Al fin he encontrado mi jersey de color salmón. Hacia tiempo que no te veía, puta. Y sigues perfecta, no sé por qué.
Y no lo encontraba por que cómo mi nuevo armario es tan súmamente enorme, pues no es nada fácil buscar.
Ahora a buscar mis vaqueros azules y mis convers rosas.
Espero estar lista para cuando Will venga...

Narra William.
Al fin, ya son las 4:30. Por fin me puedo ir a casa de Ágata. Espero ir bien.
Me he puesto unos vaqueros pitillo negros, una camiseta de manga corta negra y encima un jersey azul clarito. Y por último mis convers rojas.
Ya estoy listo para ir a recogerla.

Todavía me queda media hora, me voy andando a recogerla.

Nunca realmente me había fijado en Londres detenidamente.
Es muy bonito. Me alegro de vivir aquí.
Y además, aquí tengo a mis mejores amigos en el maldito planeta. Y aunque no tenga mucha familia aquí, tengo a mi loca prima Tessa a la que tanto quiero.
Prometí cuidarla pasara lo que pasara, eso es lo que le prometí a mi tía y lo pienso cumplir pase lo que pase.
Ya lo pasó bastante mal cuando murió su padre, y varios hijos de puta la han hecho bastante daño. Por eso me dijo que quería un cambio y, Ágata se lo ha dado. Son muy similares en gustos las dos, y están igual de locas. Me alegro bastante de que se hallan mudado juntas, sobretodo para que si la pasa algo a mi prima, que Ágata esté allí para consolarla. Además, yo también vivo cerca, y Tessa sabe que yo siempre estoy disponible para ella (No penséis mal. ¡PERVERTIDOS!)

Anda, pero si ya estoy aquí. Pues nada, a llamar al timbre.
-Hey, primillo. ¿Con que vais a salir Ágata y tú, eh? -dice dándome codazos.
-Sí, la voy a enseñar Londres. ¿Algún problema? -digo haciendome el pasota.
-Uy, que se me ha puesto chulito el Willfred este.
- Acordamos que tu no me llamabas Willfred si yo no Tessarita.
-Bueno, vale... ¡Pero a la próxima que te pongas chulito no te salva ni Dios!
-¿Pero hacéis, gritones? -dice Ágata apareciendo por la puerta.
-La pesada esta, que se ha vuelto loca. -digo yo.
-Dijo Willfred.
-¡Que no me llames Willfred!
-Se nota que el amor está en el aire. -dice Ágata con sarcasmo.
-Si nos queremos mucho. Lo que pasa es que este es un pasota a veces. Ten cuidado. -dice señalándola con el dedo índice.
-A tí lo que te pasa es que no distingues las bromas de lo que va en serio. -digo señalándola con el dedo. -Bueno, ¿nos vamos?
-Sí, vámonos.
Ágata y yo salimos por la puerta (obviamente) hacia el centro de Londres. Andamos tranquílamente por las frías calles de Londres. Ella mira ensimismada a su alrededor, se nota que la gusta Londres.


-¿Habías venido alguna otra vez aquí? -la pregunto mientras miro su larga melena castaña, que tiene un brillo especial con la luz de las faloras que alumbran Londres.

-Hace 8 años, pero no recuerdo nada prácticamente. -dice mirando el cielo. -¿Cuando viniste tú aquí? Según tengo entendido-

-¿Según mi prima?

-No, según Wikipedia. -dice haciéndome reir. -Quería comprobar cosas, y Tessa se estaba hechando la siesta. Además de que me daba pena despertarla, el móvil me quedaba más a mano. -dice sonriéndome. -Volviendo al tema, tú eres de un pueblecito que está cerca de Gloucester, ¿no?

-Sip. De Sheepscombe. Es el típico pueblecito campechano y "cuco". -digo poniendo comillas con los dedos. -¿Cómo es Madrid?

-Bueno, no es nada comparado con ningún pueblo. Al revés, es una ciudad muy grande y con mucho, mucho tráfico y contaminación. Y yo, que vivía en el centro, estaba en el punto de mira de todo. Del tráfico, de la maldita hora punta que no te deja salir de casa, ni dormir nada, del escándolo y las fiestas por la noche. -dice empezando a cabrearse. -Pero te acostumbras.

Hay un silencio en el que no sé si reirme por su reacción, o preocuparme por su repentino cambio de humor. Me decido por la primera opción. Acabamos riendo cómo dos gilipollas, soltando una gilipollez tras otra, mientras que las personas que pasaban por la calle nos miraban con cara de "WTF?!", pero Ágata y yo no nos dábamos cuenta.

En ese momento éramos ella y yo.

Nadie más.

↠Stay High ❮PARADA❯(William Moseley FanFiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora