Capítulo 12: Los viejos tiempos

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Al día siguiente me despierto por la alarma, cojo mi celular y veo la hora eran las 7:00 me levanto camino al baño para hacer mi rutina diaria duro como uno 15 minutos y salgo envuelta en una toalla al salir del baño me dirijo a mi armario a elegir que me pondre y me decidí por (galeria) elegí algo cómodo ya que voy a para el instituto, al terminar de cambiarme decido dejar mi cabello suelto, cojo mi celular y lo entró en el bolsillo trasero de mi pantalón. Al salir de mi habitación bajo las escaleras y camino hacia la cocina y me encuentro con mi padre, Dylan y Elisa.

— ¡Buenos Días a todos!. — Dije sentandome en un banquillo frente al desayunador.

— Buenos dias. — Dijeron todos al unísono.

— ¿Dormiste bien? . — Pregunta mi padre  tomando un sorbo de su café.

— Si, no puedo quejarme. — Dije levantándome del asiento y buscando jugo en la nevera.

— Correction, no podemos quejarnos. — Agrega Elisa y yo suelto un suspiro.

— Qué raro, que pudieron dormir cuando llegaron a las 2 a.m sabiendo que hoy tenían clases. — Dijo mi padre de la nada y lo miro con la boca entreabierta.

— Yo... No... — No sabía que decir así que simplemente guarde silencio.

— No, puedo creer que los tres sean tan irresponsables. — Continúa mi padre mientras  deja el café sobre la mesa y nos mira a los tres con su cara de reproche.

— Yo les dije que debíamos venir temprano, pero no me escucharon como siempre. — Responde Elisa en su defensa lo cual era completamente falso, apenas y habíamos cruzado palabra cuando jugamos billar.

— Elisa mejor mantén la boca cerrada y deja de decir estupideces. — Dije mientras termine de servirme mi jugo de naranja.

— ¡Que carácter!. — Contesta esto último y se mantiene callada.

— Ya tranquilícense chicas. — Interrumpió Dylan.

— Bueno ya es suficiente, les pondré un castigo. — Habló mi padre. 

— No tío, por favor. — Responde Dylan mientras junta sus manos en forma de súplica.

— Saben porque no canceló el viaje a Miami, porque ya está todo listo y no puedo cancelarlo. — Dijo mientras se ponía de pie.

— ¡Vamos a ir a Miami!. — Chilla Elisa y yo niego con la cabeza, acaso no sé a dado cuenta que mi padre nos est regañando y ella piensa en ir a Miami.

— Si, nos vamos el viernes para regresar el Domingo. — Contesta para luego tomar la chaqueta de su traje y ponérsela. — Pero al regresar créanme que tendrán su castigo. — Finaliza la conversación y se va de la cocina.

Con que esa era la sorpresa - Vamos a ir a Miami. - pienso. Celebró mentalmente porque mi padre sabe que lo mucho que me gusta ir a Miami. Terminó de desayunar y veo que de la nada llega mi nana.

— ¡Nana Carmen! — Gritó emocionada. Después que tomo sus vacaciones no la había vuelto a ver ya la extrañaba.

— Mi niña. — Respondió ella con los brazos abiertos dando a entender que esta esperando que la abrace, no dude ni un momento y corrí a abrazarla. Ella había sido como una figura materna para mi después de la muerte de mi madre, a ella le contaba todos mis problemas y preocupaciones le tengo mucha confianza.

— ¿Porque tardaste tanto en volver? — Cuestiono mientras me separó un poco de ella para verla a los ojos.

— Algunos problemas familiares, pero lo importante es que ya volví. — Dijo dedicándome una sonrisa. — Estás hermosa, siento como si hubiéramos tenido un año sin vernos. — Agrega mientras suelta una risita y yo me limito a asentir con la cabeza.

My Girl [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora