Capítulo 13: Compañerismo

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¡Ya es jueves!, que rápido paso esta semana y para nuestra buena suerte mañana no hay clases en el instituto no sé y no me importa el porqué, pero solo se que no tenemos clases -

Mientras la profesora de Filosofía escribía en la pizarra yo realizaba pequeños garabatos en la parte trasera de mi cuaderno y cuando me aburrí dejé el lápiz a un lado para luego mirar hacia el frente, en ese preciso momento llegó la orientadora con Zac al lado, al parecer lo estaba ayudando a ubicarse en su nueva clase.

La profesora dejó la tiza a un lado y se colocó por delante del escritorio. — Chicos tenemos un nuevo integrante en la clase, entra Zac preséntate. — Dice la profesora incitándole a pasar.

— Hola, mi nombre es Zac Anders. — Se presenta y veo cómo todas las chicas del curso sueltan un suspiro, mientras que yo recosté mi espalda en la silla y rodé los ojos, esos son los efectos que provoca Zac justamente así actuaba yo cuando lo veía antes.

— Puede tomar asiento detrás de la Señorita Roberts. — Me señaló con la mano y por inercia miré el asiento vacío detrás de mi.

"De esta no te salva nadie" habla mi conciencia y yo ruedo los ojos.

"¿Porque a mi?"Le pregunté a mi conciencia.

"Así lo quiso el destino" respondió de vuelta y yo solté un suspiro.

'¿Destino? A la mierda el destino' finalicé mi conversación mental y miré a la profesora con cara de súplica pero ella se encogió de hombros.

Cuando Zac paso por mi lado me dedico una sonrisa ladina y supe que no era por nada bueno. Cuando se sentó detrás de mi la profesora volvió a escribir en la pizarra y los demás estudiantes siguieron haciendo apuntes en el cuaderno yo fingí hacer lo mismo, pero en ese mismo instante el timbre sonó y agradecí a Dios por quererme tanto.

— Esperen un momento. — Dijo la profesora haciendo que todos la miráramos confundidos. — ¿Alguno de ustedes podría ayudar a Zac a ponerse al dia? — Todas las chicas del curso levantaron la mano mientras que yo solo terminaba de recoger mis cosas y actuaba como si no me importara el tema. — Perfecto la Señorita Roberts lo ayudará a ponerse al día. — Finalizo la profesora y mis ojos se abrieron como platos.

— Pero... yo ni siquiera levante la mano. — Proteste mientras soltaba un bufido.

— Por eso la elegí a usted para que aprenda a tener un poco más de compañerismo. — Dio por finalizada la conversación y salió del salón junto a los demás alumnos dejándome sola en el salón con Zac a mi lado mirándome con una sonrisa de burla.

— Mierda. — Susurro por lo bajo y volteo a mirar a Zac. — Sabes que no te voy ayudar. — Dije más que obvia a lo que él soltó una risotada.

— Claro que lo harás. — Dio un paso hacia mi dejando solo unos centímetros de espacio y se inclinó para susurrarme al oído. — Por los viejos tiempos. — Susurro despacio y un escalofrío recorrió mi espina dorsal, no lo estaba viendo pero podría apostar que tiene una maldita sonrisa estampada en los labios. — Nos vemos a las 5:00 en tu casa. — Se apartó un poco y colocó un mechón de cabello detrás de mi oreja para luego irse y dejarme sola en medio del salón.

Tome mis cosas y salí del salón refunfuñando. — ¿Ese que acaba de pasar por mi lado es Zac? — Preguntaron Tasha y Caroline al mismo tiempo yo lo miré largarse por el pasillo y asentí con la cabeza muy a mi pesar.

— Como lo odio. — Digo entre dientes.

— Eso no decías antes. — Contradijo Tasha y yo la fulminé con la mirada.

— Tú lo dijiste, antes. — Murmure y caminé por el pasillo hacia mi casillero, al llegar a este colocó la contraseña en el candado y abro el casillero para entrar mis cosas. Por otro lado mis amigas fueron a su casillero hacer lo mismo y me quede sola por unos minutos.

— Hola. — escuche una voz detrás de la puerta de mi casillero y di un salto en mi lugar.

— ¡Mierda!, me asustaste Justin. — Chille con una mano en mi pecho mientras cierro la puerta del casillero y lo veo apoyado en un casillero que está al lado del mío, al instante me dedica una sonrisa y no puedo evitar analizarlo de abajo hacia arriba se veía jodidamente bien con esa sudadera blanca remangada hasta sus codos dejando ver algunos de sus tatuajes...

— ¿Samantha? — Dice mientras chasquea sus dedos delante de mis ojos.

— Si, si ya te escuche. — Respondo algo apenada por haberme quedado viéndolo durante todo este rato.

— No parecía que me escucharas. — Dijo en un tono burlón y lo miré con los ojos entrecerrados.

— Si lo hacia. — Miento mientras empiezo a caminar por el pasillo y Justin camina a mi lado.

Justin

Pude notar que cuando la asuste se quedó analizándome por un momento y no pude evitar dedicarle una sonrisa, me gustaba ver cómo se contradecía con sus acciones.

— Está bien te creo. — Miento para que dejara de sentirse incómoda. — Es normal para mí porque las chicas siempre lo hacen. — Me encojo de hombros y ella me mira con las cejas enarcadas. —¿Que? Esa es la verdad. — Me encojo de hombros y entró mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

— Eres un egocéntrico Bieber. — Responde ella mientras niega con la cabeza y vuelve a mirar hacia el frente, sonreí de lado y camino a su lado hacia el campo de fútbol ya que estábamos en la hora del almuerzo. — Se supone que no iba a llover. — Murmura Samantha mientras mira hacia el cielo, pero solo estaba nublado ni siquiera había empezado a llover

— Todavía no a empezado a llover. — Digo señalando el cielo. — Solo está nublado o ¿acaso ya por eso no piensas salir? — Enarcó una ceja mientras la miro a lo que ella niega con la cabeza y vuelve a centrar su atención hacia mi. — Además no creo que valla a llover. — Me encojo de hombros.

— Te voy a creer, pero si llueve me voy a mojar por tu culpa. — Me señala acusatoriamente con su dedo índice y me mira con los ojos entrecerrados.

— Ya quisiera yo que te mojaras por mi. — Susurro con una sonrisa traviesa y ella niega rápidamente con la cabeza para luego empezar a caminar hacia el exterior del inst

My Girl [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora