Marcada (Editando)

Capitulo 1

💫

Finalmente después de dos largos meses pude divisar no muy lejos de mi la entrada al pueblo.

—Al fin llegué.

Las calles estaban vacías y el silencio que me recibió fue un poco abrumador, ya que solo se escuchaban mis pisadas junto con las de plue, pero vamos que podía esperar con este tormenton.

¿Una feria y gente bailando por las calles? claramente no.

La gente es de azúcar aquí y dudo mucho que quieran salir si no es para algo completamente necesario, mas cuando parece que el cielo se caerá en cualquier momento por lo fuerte que está lloviendo.

Sin darle mucha importancia a las pocas personas que me veían por sus ventanas con asombro continúe mi camino asta el orfanato, Levy seguramente seguiría allí, una vez frente a la puerta considere seriamente irme a casa directamente a dormir para ahorrarme el sermón que me darían todos apenas me viera llegar  empapada pero como en cada ocasión abandoné mis planes de huir apenas escuché las risas de los niños.

Quién podría culparme, extrañaba demasiado a los pequeños diablillos aún si a veces estos me sacaban canas verdes.
No había nadie en la entrada así que decidí correr al baño para cambiarme lo más pronto posible...

—¡¡Aaa!! Lucy. Dios casi me da un infarto, porque no avisas que llegaste— me reclamo Yukino mientras se tocaba el pecho dramáticamente

—No quiero que Levy-chan me riña—me quejo mientras la ayudo a juntar las verduras que dejó caer al chocarnos

—Oh no te preocupes por eso, está contándole historias a los niños a si que dudo mucho que ponga atención a otra cosa que no sea el libro que tiene en las manos— se quejo—puedes cambiarte sin prisas ¿Quieres que te pase ropa?

—No, descuida. Llamaré a virgo para que me traiga un cambio, gracias.

—Ok. La cena estará lista pronto, espero que tengas hambre.

—Mucha... En cuanto termine iré a ayudarte

Yukino rechazo mi ayuda amablemente y me sonrió mientras desaparecía por las puertas de la cocina, solo dándome una mirada de soslayo por el charco que se formaba a mis pies.
   
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Una vez seca y vestida me dispuse a buscar a Levy, lo cual no fue difícil la casa era pequeña y ella hablaba lo suficientemente alto para saber que dirección seguir. Al llegar a la sala pude ver a mi amiga cerca de la chimenea con todos los niños rodeándola algunos incluso ya estaban dormidos en el piso pero Levy estaba tan emocionada narrando que no se había dado cuenta, enternecida por la escena decidí esconderme detrás de algunos baúles para que ninguno de los pequeños me viera y armara un revuelo mientras escuchaba la dulce voz de mi amiga contar por millonésima vez su historia favorita.

—Aquí están sus raíces, dónde nacieron sus costumbres, tradiciones y sobre todo las leyendas que tanta fama les han traído, tanto buena como mala. Las cuales me temo nunca terminaré de escuchar, los dragones tienen vidas bastantes largas mucho más que la de un elfo como yo. He tenido la dicha de conocer dragones más grandes que yo pero con apariencia jovial. Vaya suerte que tienen...
A lo largo de mi vida e recorrido innumerables lugares y conocido a muchísimas personas cada una con su encanto y esencia única pero me atrevo a decir que nunca pude encontrar lugar igual a Magnolia desde el primer momento en que llegue aquí me sentí en casa, la gente es tan linda y amable que provoca el nunca quererse ir como lo fue en mi caso. Hoy en día me encuentro felizmente casado con la mujer de mi vida e incluso pesadillas cuando se enoja... Debo decir que me tomo por sorpresa la primera vez que mi amada paso por lo que aquí llaman un "celo". Vaya susto me lleve, como todos saben los dragones son criaturas fuertes, dominantes, fantásticas un poco agresivas pero por sobre todo son protectoras y cariñosas. Lo cual es algo un tanto problematico puestos que estos rasgos se intensifican al atravesar por esta etapa... Agudiza sus sentidos al máximo provocando que mayormente sea su lado primitivo quien domina la situación, he escuchado de algunos accidentes en el pasado a causa de esto mismo, ya que no cuentan con una pareja para calmarlos...