010: ¿Estoy siendo secuestrado?

1.6K 303 62
                                    

— Claro tía, regreso en un momento — respondí con una sonrisa para luego salir de la casa hacia el supermercado.

En el camino pensaba en qué haría después, qué le diría a mis amigos cuando regresara, o a mi mamá, ya que sólo le había dicho que quería despejar mi mente un poco.

— ¡Jungkook!

Escuché mi nombre y al voltear vi al hijo del vecino, Baekhyun, que me hacía señas para que me acercara a él.

— ¿Pasa algo, vecino?

— No, no. Supe que regresarás a Seúl pronto y quería pedirte un favor.

— Si puedo ayudarle, con gusto lo hago.

— Bueno, esto... Espera aquí un momento —corrió adentro de su casa y sacó una caja que se veía un tanto pesada. —Son unos libros, mi amigo Sehun va a presentar un examen importante y los necesita, pero ni yo puedo ir a llevárselos, ni él puede venir a buscarlos, por eso te pido este favor, ¿puedes ir a entregárselos?

— Claro, no hay problema. Sólo deme la dirección y el número de teléfono de su amigo para encontrarme con él.

— ¡Muchas gracias, Kookie!

Intercambiamos números y seguí mi camino hacia el supermercado, de regreso pasaría por los libros.
Compré lo que necesitaba y salí de ahí rápido, ya que no me gustaban las miradas que las trabajadoras de ahí me daban, me sentía acosado.
Al pasar por un callejón oscuro, escuché un "Oye" y al voltear, no vi a nadie. Me puso nervioso así que caminé fingiendo que no había escuchado nada, hasta que, al pasar a un lado de una camioneta totalmente negra, alguien me tapó los ojos y boca y me metió a ella. Me tomó por sorpresa por lo que lo único que hice fue gritar algo que ni yo entendí.

¿Estoy siendo secuestrado?

— Calla, no grites.

Esa voz me dio escalofríos por todo el cuerpo.

— ¡Por favor, no me haga nada!

Estaba jodidamente asustado, imaginándome a mí mismo cortado en pedacitos, con mis órganos siendo vendidos en el mercado negro, tanto que no me percaté de un pequeño detalle: no había nada obstruyendo mi vista, no veía porque tenía los ojos cerrados.
Con miedo, los fui abriendo lentamente.

Lo primero que vi fue el cabello verde de Yoongi, y a Yoongi con una sonrisa burlona.

— ¿Estás b...? — lo interrumpí, con mi puño en su hombro izquierdo y me miró como si ahora el asustado fuera él.

— ¿¡Pero qué es lo que pasa por tu cabeza!? ¿El peróxido te quemó las neuronas? ¡Casi me da un infarto! — Las lágrimas ya estaban presentes.

Yoongi me abrazó fuerte mientras intentaba alejarme de él.

— Lo siento Kookie, no quería asustarte tanto.

— No mientas, ése era justamente el plan. —vociferó Hoseok, que iba en el asiento de copiloto.

— Los odio.

— Conduce tú. —le dijo Yoongi a Hoseok con desinterés.

— ¿Crees que soy tu chofer o algo así?

— Sí.

— Está bien, está bien, sólo porque no soy una mala persona. —dijo y se bajó de la camioneta para cambiar de asiento.

— ¿Me perdonas? —dijo Yoongi, mirándome con la cara de arrepentimiento más tierna que pudo hacer. Realmente no sé cómo pude mantener mi compostura y no abrazarlo con todas mis fuerzas.

No dije nada, centré mi atención en la bolsa de compras que, según yo, había soltado cuando me metió a la camioneta.

— ¿Kookie?

— Hyung, esto jamás debe repetirse.

— Lo prometo. —dijo y me abrazó de nuevo, sólo que esta vez sí correspondí.

Me despedí de mi tía, de Baekhyun y subí a la camioneta con mis cosas.

— ¿Ya estás calmado, bebé llorón? —lo ignoré por completo, seguía molesto con él.

— Cállate y conduce. — Yoongi dijo a Hoseok, y pasó su brazo por mi cuello y me pegó a él.

Me abrazó todo el camino, o al menos hasta que me quedé dormido en sus brazos.

yoongi's diary ⭐ yoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora