Weasley George I

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Era invierno,y como era de esperar las vacaciones de Navidad ya habían llegado. Varios estaban entusiasmados de poder volver a casa y alejarse de las múltiples tareas,otros solo querían quedarse en el castillo y pasar las fiestas con sus amigos; y George Weasley no era la excepción.

Él planeaba quedarse con su gemelo,hacerle bromas a los que estuvieran y molestar a su hermano pequeño,Ron. Sin embargo por insistencia de su novia,se quedó en la casa de ella.

-Lana,Lana...ábreme me estoy congelando-suplico el pelirrojo del otro lado de la puerta.

Se quedó allí por otros segundos,viendo como su respiración se volvía una pequeña nube de humo. Trataba de no desesperarse,el frío lo estaba volviendo loco y lo único que podía hacer era abrazar más a su chaqueta y frotar sus manos una contra la otra.

Cuando escucho que el cerrojo de la puerta se abría,giro en su dirección esperanzado. Cuando está terminó su trayectoria le dejo ver a la chica que había sido su novia por más de un año.

-¡George!-exclamó dándole un abrazo.

George no pudo haberlo disfrutado más,necesitaba calor,y el mismo calor que le estaba dando aquel abrazo lo ayudaba a superar el frío.

Cuando el magnífico abrazo dio su fin,los dos chicos entraron a la casa.

La chimenea estaba encendida,pequeños adornos de Navidad colocados y también se podía sentir el aroma de chocolate en el aire. Era como dos mundos distintos. Afuera toda la blanca y húmeda nieve cubría cada pequeña parte de las calles,pero allí dentro era como si nada de eso le afectara,era cálido y acogedor.

-Toma-ofreció Lana entregándole una taza humeante de lo que parecía ser chocolate.

George la aceptó sin decir nada y apresuradamente le dio un sorbo. Lo caliente del chocolate le quemo la punta de su lengua y él buscando alivio la saco y empezó a jadear casi como un perro.

Lana al ver su reacción lo único que pudo hacer es reír,para después darle un rápido beso en su mejilla.

-Sígueme,quiero que me ayudes con algo.

La chica empezó a caminar y seguida de ella estaba George,aún tomado de su chocolate,esta vez intentando no quemarse.

Cuando llegaron a la cocina,George dejó la taza ya vacía en una de las encimaras,para después tomar una de las sillas y sentarse en en ella.

Lana buscaba algo. George la veía ir y venir,registrando las gavetas. Cuando terminó dio un suspiro,camino hacia el pelirrojo y depósito en frente de él un libro algo viejo.

-Esto parece un libro de pociones- se burlo el chico tomándo la esquina del libro polvoriento.

-Es algo parecido,más bien es uno de cocina. Necesito que me ayudes a cocinar- explicó mostrándole una sonrisa.

George se le quedo mirando,él no era el mejor en ese ámbito,con suerte podía calentar agua y lograr que la cocina no terminará en llamas.

No quería admitir que no era bueno para algo,dio un largo suspiro y le respondió,-Cariño,no estoy muy seguro de eso.

George empujo un poco el libro hacia adelante,Lana lo tomo en sus manos.

-Será algo rápido,solo quiero hornear galletas y necesito un ayudante,después haremos lo que quieras ¿si?-dijo haciendo un puchero.

George como odiaba aquellos pucheros,se le hacían tan lindos y adorables,que no podía decir que no. Se quedó pensando,no quería quemar la cocina de su novia,pero tampoco quería decepcionarla.

-Bien,bien,te ayudo ¡pero deja de hacer eso!-acepto rindiéndose.

Lana se alegró y cómo pudo le dio un beso la frente. Camino hasta una de las gavetas y de allí saco dos delantales y uno por supuesto se lo arrojó a George.

-Que tenemos que hacer...-dijo hojeando el libro,cuando por fin había encontrado la receta,la apunto con su dedo,levantó la cabeza en dirección a su novio y le ofreció una sonrisa.

Leyó la receta rápido,se levantó de su sitio y busco los ingredientes. George de igual forma se paró,colocándose el delantal.

-¡Ayudante George reportándose!-exclamó George a su lado,haciendo un gesto de militar.

Lana se rió y le pidió que le pasara el libro.

Ella comenzó a quebrar dos huevos y poner su contenido en un recipiente,le pidió a George que le pasara la harina y eso fue lo que él hizo.

-Con mucho cuidado,échala en el recipiente-le ordenó.

George asintió y comenzó a hacerlo. Varias motas de harina se veían esparcidas,las manos del pelirrojo estaban llenas de ellas,además de sus mejillas que estaban cubiertas de la misma.

-Bueno...por lo menos está ahí-dijo Lana,se acercó más a George y noto que casi toda sus mejillas y barbilla estaban cubiertas de harina.

Con su mano comenzó a quitársela,George se quejaba de vez en cuando,pero dejaba que lo hiciera.

-Listo-afirmó Lana con una radiante sonrisa en sus labios.

...

-La masa por lo menos esta lista-dijo George observando todo el desastre en que se había convertido la cocina.

El suelo estaba cubierto de harina,las paredes estaban machadas con la masa y ellos no eran la excepción. Toda la cara y brazos de George estaban repletos de harina. Lana, por otro lado tenía en las mejillas un poco de la masa de las galletas y en partes de su cabellos restos de harina.

-Si,eso supongo- le dio la razón Lana,tomando en sus manos una charola con las galletas que se meterían en el horno.

Dio unos pequeños pasos hasta el,las metió y lo cerró;después se devolvió hasta el lugar donde estaba con George y le dio un abrazo,el cual él correspondió.

-Tienes algo aquí...-susurro apartándose del agarre de su novia,con su dedo quito de la mejilla de ella un poco de masa,para después llevárselo a su boca.

-Sabes bien,Lana.

-Deja tu fastidio,George-dijo ella con una sonrisa.

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DRACOFANCY ojalá te haya gustado y lo siento por la tardanza.

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