「Cielo」| completa.

7. Deborah

NOTA: Este capítulo está basado en hechos reales, por lo tanto, algunos nombres fueron alterados para guardar su privacidad. 

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Llegué al colegio lo más rápido que pude, ya que me había quedado dormida. Entré al salón buscando la mirada de mi mejor amiga Deborah, pero no la encontré, así que decidí sentarme sola y esperar que Benjamín se sentara conmigo.

De tanto esperar, me llega una notificación al celular, marcando que Deborah me había mandado un Whatsapp: "Amiga, te espero en casa después de la escuela, necesito contarte algo importante. No le digas a nadie, ni siquiera a Benja. Te espero y te quiero mucho"

Quedé sorprendida, Deborah nunca fue de hacer estas cosas, ni mucho menos ocultarle algo a Benja, así que... supuse que sería algo extremadamente importante para que no viniera a la escuela. Guardé el celular y esperé que Benjamín llegara pero... Matteo "le ganó de mano" y se sentó conmigo.

—Hola Cielo, ¿cómo dormiste anoche? —me preguntó-.

—Bien, la verdad que caí dormida... ¿vos?

—Sí, te entiendo. Yo también. Fue una noche increíble para mí, quiero que sepas. —acaricia mi mano que estaba sobre el banco-. Gracias, necesitaba algo así para olvidarme de todo.

—De nada, para mí también fue una noche increíble. —sonreí-.

{...}

Fue corriendo a la casa de Deborah y me la encontré en un estado que jamás hubiera imaginado de ella: llorando. Directamente fui a abrazarla.

{...}

—Eu, amiga ¿estás bien?

—No, la verdad que no. Necesito que me escuches y que no te enojes por no haberlo contado antes. Sólo siéntate y escúchame. —asentí y me acomodé en el sillón-.

—Es una parte de mi historia, de mi vida, que tenía prohibido contar... algo sobre mi pasado y mis padres. Tengo una hermana mayor Cielo, por parte de mi papá, la cual nunca conocí... hasta ayer. Tiene 26 años y es idéntica a mí. O yo a ella... —me mostró una foto-. Perdón amiga, sé que debías saberlo antes, pero mi mamá al separarse de papá, le prometió que no me lo contaría, y cuando lo hizo, le juré que no lo iba a hacer, para que no se entere mi hermano.

—Nunca pensé que tuvieras esta historia amiga, y... tranquila. No soy quién para juzgarte. Contame qué pasó ayer, por favor.

—Fue inesperado, obvio; ella no sabía de mí, se ve que mi papá se ocupó de ocultarlo bastante bien... no tiene mi apellido, se llama Delfina Pimes. La crucé mientras caminaba, después de salir de tu casa. El punto es que... ambas quedamos sorprendidas, hablamos, pero ella quiso ignorar nuestro parecido y siguió adelante. ¿Qué hago? ¿Le cuento a mi hermano?

—Pero... ¿ella ve a tu papá?

—No. Por lo que sé, la última vez fue en el juicio donde ella se cambió el apellido. Pocas personas lo sabemos, por eso sé que puedo contar con vos. Más adelante le vamos a contar a Benja.

—Yo creo que... hay que encontrar la forma de contarle a Nico [su hermano]. Él merece saber esta parte de su historia, porque también es suya... ¿lo sabes no?

—Sí, lo sé. Pero si se entera... a mi papá no le habla más...

—Tu papá se lo merece Debi, él es el culpable de todo. Los hermanos no pueden estar separados... Ahora tranquila, descansá y luego hablamos de esto. Yo me quedo acá por si me necesitas para algo.

—Gracias amiga, sabía que podía confiar en vos. —nos abrazamos-. 

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