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después de haber mirado más caricaturas en la televisión, decidieron apagarla y encender las luces, ya que toda la oscuridad le incomodaba de cierto modo a bonnie estando con bon.

las horas pasaban y parecían no aburrirse, cuando un tema de conversación acababa, instantáneamente aparecía otro nuevo.

- ¿bonnie? - preguntó bon, sentándose en la cama, bonnie imitó su acción, puesto que estaban acostados.

- ¿sí? - respondió bonnie sonriendo.

realmente bon no sabía cómo plantear la pregunta, temía el hecho de que pudiera decir algo que no encajase con la sensible actitud de bonnie - ¿por qué... - cerró su boca, segundos después la volvió a abrir. - no tomes esto a mal, pequeño, realmente no sé cómo decir esto sin que suene mal. - suspiró, mirando los rojos ojos de bonnie, que lo miraban con curiosidad.

dímelo, juro no llorar. - prometió. bon suspiró, sabiendo que esa sería una promesa rota.

- ¿por qué razón... tú, eres así? - preguntó, vio como bonnie pasaba saliva duramente, lo que sólo logró ponerlo más nervioso. - digo, n-no es que sea algo malo, claro que no, a mí me encanta que seas así, tan lindo, tierno e inocente. - se apresuró a decir, logrando sonrojar las pálidas mejillas de bonnie. - pero, ya sabes, años atrás, tú... ¿ya eras así de frágil? ¿ya hacías tus fiestas? digo, no es raro, pero no se ven a muchos chicos de 16 años con éstas actitudes. - dijo, mirando como bonnie bajaba su mirada y comenzaba a jugar con las mangas de su camisa, rápidamente habló de nuevo. - no es malo, eso te hace ser único y muy especial.

- ehr, b-bueno, cuando era pequeño mamá nunca me dejaba salir a jugar o hacer cosas que todos los niños hacen, e-ella sólo quería que me enfocara en mis tareas y trabajos del c-colegio. - dijo mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse.

- no lo digas ahora si no quieres, pequeño.

- n-no, yo, yo lo diré. - bon asintió, tomando la mano de bonnie y dándole un ligero apretón. - decía que j-jugar y "d-divertirme" s-sólo haría que me distrajera de lo que en realidad era mi deber. - dijo dejando caer la primer lágrima. - no fui un niño normal, bon. mamá me hacía estar alejado de todo lo que me pudiera hacer feliz, pareciera como si le satisficiera verme triste siempre. me alejé de todo, comencé a crear mi propio mundo, en el que no sabía que era lo b-bueno y lo malo, en lo que no sabía que un paso mal dado y t-todos me juzgarían, joder, sólo era un niño, ¿cómo iba a saber que mi vida terminaría siendo tan miserable? - sollozó mientras con las mangas de su camisa limpiaba sus lágrimas.

- bebé, si quieres puedes continuar otro día, no quiero que estés así. no me gusta verte así. - susurró, mientras que con su mano libre, recorría unos cabellos de la frente de bonnie.

- casi t-termino. - dijo bonnie. - comencé a hacer mis propias fiestas, mis jodidas y penosas fiestas a eso de los ¿12? ¿14? no lo recuerdo en realidad.

bon abrió los ojos sorprendido. - ¿tantos años? - bonnie asintió.

- mamá jamás me hizo una. - dijo simplemente.

- ¿q-qué?

- sí, mamá jamás quiso hacerlas, decía que las fiestas con pasteles y dulces eran para niñas.

- ¿qué acaso tu madre cree que todo es sólo para niñas? - preguntó bon con el ceño fruncido, abonnie se encogió de hombros, sus lágrimas habían cesado y ya no tartamudeaba.

- no lo sé, supongo.

- me alegra ser yo quien venga a tus fiestas.

- a mí también, bon. - sonrió.

- ¿sabes? nunca dejes de hacerlo porque los demás te critiquen, hazlo si te gusta, si te hace feliz, sólo tienes una vida, pequeño. no dejes que los lobos feroces arruinen tu día. - sonrió bon. - eres mucho mejor que ellos, ¿sabes por qué? - bonnie negó con su cabeza mientras se sonrojaba. - porque eres tú mismo; y ellos son sólo una bola jodida de inútiles - dijo haciendo reír a bonnie. - si tú te sientes bien cómo eres jamás dejes se ser así, no dejes que te afecte ni un segundo.

bon besó la frente de bonnie, se recostó en la cama nuevamente, bonnie lo imitó, recargando su cabeza en su hombro, mientras lo abrazaba por la cintura.

- ¿a qué hora sales del colegio el lunes? - preguntó bon.

- a las 2. - respondió distraídamente bonnie.

- iré por ti. - dijo bon.

- claro, ¡espera! ¿qué? - preguntó bonnie, levantándose y colocándose en el regazo de bon, logrando que éste se sonrojara, mucho a decir verdad.

- s-sí. - dijo, intentando reprimir un jadeo, difícilmente lo logró.

- ¡estás rojito como yo me pongo siempre! - se burló bonnie de bon, e inconscientemente saltó sobre bon, haciéndolo gemir. - ¿bon? ¿te l-lastime? ¡p-perdón! y-yo no quería. - dijo preocupado mientras se bajaba de encima de él, haciendo rozar sus miembros. bon volvió a gemir.

- n-no, no me lastimaste, pequeño. - dijo tomando una almohada y colocándola en su regazo, intentando cubrir su erección, cosa que bonnie no notó, no le sorprendería que éste le dijera que no sabía lo que era una erección.

- ¿entonces por qué hiciste ese sonido con tu boca? - preguntó bonnie inocentemente.

- por nada pequeño, salió solito. - sonrió nerviosamente mientras su sonrojo disminuía poco a poco.

- ¡menos mal! creí que te había lastimado al subirme encima de ti. - sonrió mostrando sus dientes mientras cerraba los ojos. - pero es que, me emocioné cuando dijiste que irías por mí.

- ¿entonces si quieres que vaya? - preguntó divertido bon.

- ¡claro que sí, pedazo de tonto! - dijo bonnie, bon rio por su intento de insulto, en realidad de sus labios había sonado tan tierno.

- vale. - dijo bon sonriendo. - ¿dónde es?

- está a unas calles de aquí, quizá unas cinco hacia la derecha, es una escuela blanca muy grande con puertas de cristal. - dijo mientras pensaba en que otras características darle. - ¡ah! también hay muchos girasoles muy bonitos.

- ¿es el colegios nicolas jons? - preguntó bon.

- ¡sí! - chilló bonnie. - espera un momento. - dijo entrecerrando sus ojos en dirección a bon mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho. - ¿tú no tienes que ir a la escuela también?

- descuida, bonnie, dejé de estudiar cuando terminé la preparatoria, quería tomar un descanso antes de ir a la universidad.

- entonces, ¡puedes ir por mí cuántas veces quieras! - sonrió bonnie.

- iré todos los días. - aseguró.

- ¿seguro?

- sí, bebé. - sonrió.

- ¡no soy un bebé!

- eres mi bebé llorón.

- bon, no digas esas cosas. - murmuró sonrojándose.

- ¿por qué? - preguntó bon divertido.

- haces que me ponga rojito de aquí. - murmuró señalando sus mejillas. bon sólo rio enternecido.

- te quiero, bonnie.

- ¡yo a ti, bon! - dijo bonnie besando la mejilla de bon para después recostarse bien, y dormir. - buenas noches, bon. - susurró bonnie.

- buenas noches, pequeño. - respondió bon mientras apagaba las luces en el interruptor de a un lado, para después apegar más a bonnie a su lado y poder cubrirse con las mantas, inconscientemente, las manos de bonnie se posaron en la cintura de bon abrazándolo.

*dato shido*

jos canela toca la guitarra y alonso villalpando el piano

𝓟𝓲𝓽𝔂 𝓹𝓪𝓻𝓽𝔂 [𝙱𝚡𝙱] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora