the end?;

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Moví mi brazo intentando abrazar a Calum, abrí los ojos de golpe al ver que no estaba.

No durmió aquí.

Tomé mi celular creyendo que tendría llamadas perdidas de el y nada, no encontré  ni un maldito rastro de donde estaba.

No quería pensar que su repentina desaparición fue por lo que sucedió ayer, ósea ya la supero ¿no?, el me lo dijo.

No haría un drama por eso, ósea son ex-novios, no creo que pase algo malo...

En fin, salí de la habitación en busca de algo para desayunar, intenté bajar un plato hondo pero fracasé, ¿porque soy tan chaparra?, me subí al mueble y al momento de tratar de bajar el plato nuestras tazas cayeron al suelo haciéndose añicos.

Puta, Tengo tengo que ir a comprar otras.

Recogí los pedazos metiéndolos a el bote de basura, ojalá se me encaje uno al pie y me muera a la verga.

Me sentía muy sola comiendo mi cereal, el silencio en la casa estaba presente solamente se escuchaban las pequeñas pisadas de chew

[...]

Cuando llegue a la florería Nia ya se encontraba ahí, me dio una sonrisa e intenté dársela pero terminó siendo una sonrisa muy forzada a mi parecer.

Tenia ganas de golpearla por todo lo que le había hecho a mi bebé, pero si la golpeaba ya no tendría quien me ayudara así que mejor me reservo mis comentarios y mis acciones.

—Aquí esta tu delantal — Dije entregándole un delantal del mismo color que el mío, ella se lo colocó para después irse detrás de la caja registradora.

—¿Como siguió tu novio?—. Que te importa vieja metiche. —Se veía muy mal ayer, me preocupé.

—Muy bien— Mentí tratando de controlar mis golpes. —Oye, iré a target a comprar unas cosas, no tardo.

—Esta bien,  y si llega tu novio...

—No creo, primero me llamaría a mi antes de llegar aquí.

—Bien— Me dió una sonrisa falsa y salí del local controlándome completamente.

Ignoré el hecho de que no he sabido nada de Calum desde ayer, pero sinceramente estaba un poco triste, pero en fin. El uber no tardo tanto en llegar a su destino, estaba como a 5 minutos, le pagué y salí.

No quería tardar tanto tiempo, solo iba a comprar unas tazas nuevas y regresaba a la florería, iba de entrada por salida.

Ven para acá maldita taza desgraciada.— Maldecí saltando con la intención de alcanzar la taza, era discriminacion olvidarse de las personas chaparras y hacer estantes tan altos, no todos somos altos si.

Una mano apareció bajando la taza que hace unos minutos no podía bajar. —Ten—. Me di media vuelta viendo a la persona que acababa de realizar dicha acción.

—Gracias—. Sonreí tímida observándolo detenidamente, su cabello era largo y rizado, tenia ojos azules y grandes.

—No es por nada, soy Alex— Estrechó mi mano sacándome de mi pequeño trance. —Solo quería ayudar a la linda chica en apuros.

Flower shop «CthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora