Mañana
Me despierto, me cambio, charlo con mi estúpida hermana, y directo a la escuela.
Que pereza me da vida, tras eso solo es llegar, ser tratado como un mequetrefe por mis compañeros e intentar tratar a alguno como me tratan a mi. Si no fuera por el condenado de Mijail: Manipula a todos a su antojo, le importa un comino lo que les pase a los demás, simplemente dice que hay que hacer, los obliga, y le importa si se meten en problemas por su maldita culpa. Lo único que evidentemente le interesa es ser el centro de atención usando ese tipo de estereotipo usual del chico vale-madres del salón, y sinceramente ya estoy harto.
Normalmente siento que por su causa me estoy metiendo en más problemas de los que debería y eso va a terminar: tarde o temprano acabaré con el me importa un bledo si lo haré de una forma sucia o no, ni tampoco si acabo matándolo, eso se va a terminar.
Tarde
He llegado de la escuela un poco tarde, tuvieron que hablarle a mi mamá porque Mijail cortó a un compañero y me echó la culpa a mi, ahora estoy suspendido.
Y aunque parezca malo, me da el tiempo suficiente para poder encontrar la manera de arruinar por mínimo la reputación de el. Por máximo y en mis pensamientos más remotos, matarlo.
Mijail comenzó a apostar por algo que tenía seguro, y quiero demostrarle que por más seguridad que uno pueda tener, no siempre sale invicto.
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Crónicas de un misterio suicida.
HorrorTodas las personas tienen un instinto suicida dentro suyo. Solo es cuestión de saber explotar ciertos recuerdos o temores, para que este instinto salga a la luz. Las crónicas que están por leer son las historias de 10 personas diferentes, a las cual...