Capítulo 1.

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Note que llovía mucho. Y Dorami estaba en el jardín comiendo un ratón.

- ¡Gata loca deja esa cosa! -Dije con un rostro de asco y le señalaba lo que tenía en su hocico.

- Miau~ -Contesto esta apenas con el roedor en su hocico mientras lo sacudía.

- ¡Waaa que asco, dejalo, dejalo, dejalooo! -Tome la escoba y le golpee dos veces en el trasero haciendo que huyera.- Contigo no se puede razonar, ¿eh?

Entre a mi casa y me dispuse a cenar e irme a dormir. Lo cual hice, solté mi cabello y me recoste en mi suave cama. Cerré mis ojos y espere a dormirme. Cuando de pronto, ¡TRASH! Se rompió algo en la cocina.

¿Se cayó la escoba? ¿el agua esta goteando? ¿es culpa de la gata? ¡Nooo tenía que ser el sonido de un vaso o un plato quebrándose!

Me levante de mi cama temerosa y me puse las pantuflas más coloridas que pude haber encontrado en la tienda. Busque algo para defenderme, y encontré un lápiz gigante.

- Ñaka, ñaka... -Salí al pasillo poco a poco y grite.- ¡¿Quién anda ahí?! -Perfecto, seguro un asesino, o violador o delincuente va a contestarte. A ver, improvisemos.- ¡Tengo un arma de fuego y no dudaré en usarla! -¿Y que tal si escucho eso y fue a esconderse para atacarme de sorpresa y quitarme mi arma, para así poder amenazarme con esta misma? Soy la reina de las idiotas.

Me decidí y corrí a la cocina con el lápiz en mano. Pero, ¡no! Niñas y/o chicas, nunca hagan eso en casa. Tropecé y caí con el lápiz en mano, hiriendo mi hombro derecho con un corte profundo.

- ¡Argh! -Gruñi y sostuve mi hombro con cuidado. Me levante despacio y mire a la puerta de la cocina, allí me encontré con una sombra, era más alta que yo, puesto que mido 1.74 y esa se veía como de 1.87.

Estaba de pie mirándome a mi. Vi un bulto en su mano, mire a mi izquierda y me encontré con mi lampara, la encendí y al iluminar mejor el alrededor me quede paralizada. Esa cosa tenía a mi gata muerta en su mano derecha.

Abrí los ojos como platos, y en poco tiempo ya lo tenía a centímetros de mi. Miro mi hombro y se acerco para lamerlo, cosa que hizo que diera un salto por el ardor que sentí. Me aleje enseguida y le mire.

- ¡¿Qué... qué eres tú?! -Le grite con inmovilidad, estaba temblando.

- ¿Yo...?

- ¿Hay alguien más aquí? -Dije con seriedad.

- Pues si. Tu gata muerta. -Que insensibilidad.

- ¡Largate de aquí!

En unos segundos sentí algo en mi cuello. Una clavada muy fuerte que se intensificaba con una chupada de mi cuerpo. Yo solo me quedé allí de pie sin hacer nada mientras el me mordía, mientras succionaba mi sangre.

Me quede paralizada.

- Wow que suspenso le pones. -Mire a Betty quien leía cada párrafo.

- ¿Te puedes ir y dejarme recordar que más pasó? -Hable seria.

- Hay bueno pero no se enoje. -Se levanta y se va del cuarto.

¿Y que más pasó después...? ¡Así!

La Historia De Una Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora