Capítulo 4.

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De pronto. Tocan la puerta.

— Yo abro. —Dije para acercarme y abrir la puerta encontrándome con una chica de ojos amarillos y sudadera roja.

— ¿Eh? ¿Tú eres Thabita?

— Si soy yo. —Esa chica tenia una voz normal, como toda chica, es raro. Ya conocí un fantasma, no me sorprendería conocer a otro fenómeno.

— Esto... El Jefe te necesita. Sigueme por favor.

— Eh, si. —La seguí, era como una especie de escuela abandonada, y poseída por seres mitológicos o fenómenos. Llegamos al tercer piso, seguimos hasta llegar a la ultima habitación en donde ella se desvaneció como por arte de magia.

— ¿Qué paso? —Pregunte y la puerta roja que estaba delante de mi, se abrió dejando ver una pequeña pero acogedora oficina.

— ¡Llegaste! Pasa pasa... —Entre. Esa voz masculina me llevo hacia un sofá donde había un chico cruzado de piernas, quien al verme. Esbozó una sonrisa.— Thabita, un gusto. Soy Max, el jefe de este acogedor lugar. Y soy lo mismo que tu... un vampiro.

¿Otro? ¿Cuantos más habrán aquí?

— Irás a una clase especial para vampiros, la verdad. Es que en este instituto, sirven más los vampiros que el resto. Solo los ocupamos para los quehaceres de aquí. En cambio, los vampiros reciben mejores beneficios. Pero la única condición, es que no le digas a tu compañera de cuarto sobre esto. ¿Entiendes?

— Si... pero. ¿Por qué trata al resto como si fueran basura?

— Mira. Primero que todo, tratame por mi nombre ya que tenemos casi la misma edad, solo que yo soy un poco mayor. A todo esto, ¿qué edad tienes?

— Trece.

— ¿Vives sola?

— No. Mis padres están en el hospital con mi hermano.

— ¿Y te dejaron sola?

— Si porque yo quise.

— Que rebelde. Me gusta.

Se acerco a mi, se quito su camisa y acerco su cuello a mi.

— Muerde.

— No lo haré.

— Eres la primera vampira a la que le dejare morderme. Hazlo.

— Yo... —Su cuello me atraía. No lo dude y lo mordí sin pensarlo. El dio un gemido y comencé a chupar.

— Argh... duele un poco. —Levante mi cabeza.— Pero no te detengas...

Continúe hasta que abren la puerta.

— ¿A que juegan aquí? "Jefe" —Lastarria. Vaya, quiero dejar de llamarlo así, mejor le digo 'Chupador' jajaja suena pervertido y gracioso.

Levante mi cabeza y Chupador me miro a los ojos, se le vio molesto.

— ¿Qué quieres, quieres morder también? —Dijo Max.

— No claro que no. Que asqueroso. Se me pegaría el SIDA. —Habló Chupador.

Esperen, ¿Sida? ¿Tiene Sida? Cubri mi boca sorprendida, Max me miró y río.

— No seas tonta que no tengo Sida. Esta mintiendo porque tiene celos. Ya que no le he dejado chupar de mi.

Chupa, que es Chupador pero lo corte para no tardarme tanto en decirlo, se acerco a Max y lo morió en el lado contrario al que lo mordi yo.

— ¡Ah maldición! —Exclamo Max sintiendo los colmillos de Chupa en su cuello.

— Eh. Chupador. —Llame y el enseguida me miro, ja, se sintió reconocido.

Baje mi blusa mostrando mi cuello. No lo hagas.

— Muerdeme.

- ¡Wuow! ¡Deberías dejar que otras personas la lean!

- No seas tonta Betty. Aún no término la historia.

La Historia De Una Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora