La Historia De Una Vampiro.

Capítulo 2.

De pronto, se alejo de mi y fue hasta la puerta. Sentí como mi cuerpo cayo al suelo golpeándose, causando un ruido no tan fuerte. Mire su sombra que estaba de pie con la puerta abierta, y lo único que dijo antes de irse fue.

- Llámame, Lastarria. -Y se fue.

- ¡Ah! Si, si. Ese Vampiro se llama Tito Lastarria, es el que esta en Chile, ¿verdad? -Habló Betty.

- Si Betty, ese mismo vampiro es. Ahora dejame continuar.

- Esta bien.

A la mañana siguiente no fui al instituto. Ya que la mordida fue profunda y mi cuello estaba morado, como si de un golpe se hubiese tratado.

Me cubrí con una sábana y me arrinconé al lado de mi cama. Miraba todo el rato la ventana y la puerta, por si volvía. Mis ojeras se hacían notables, puesto que no había dormido en toda la noche creyendo fielmente que él iba a volver.

No había desayunado nada, y el cadáver de mi gata seguía tirado en el pasillo, cualquiera que entrase, creería que soy un carnival que asesino a su gata para sobrevivir. Intente levantarme para al menos, darme un baño, le rogé a mis piernas que despertasen para así poder llegar al baño.

Cuando victoriosamente llegué, lo primero que hice, además de abrir la puerta, fue mirarme al espejo y ver mis ojos de un color rojo carmesí, los toque y luego me gire en dirección a la tina, para luego desvestirme y entrar.

Al terminar, me dispuse a salir con una toalla atada a mi cuerpo en dirección a mi dormitorio, pero cuando entre solo vi un traje negro y una nota a su lado. La cual decía:

'Te veo en el parque a las 3:00 a.m. -Lastarria.'

De seguro debe estar muy fallado de la cabeza como para creer que yo voy a ir a encontrarme con el. Después de lo que hizo debe estar muy claro el que no iré.

Y no. Tampoco iré por si las moscas, me quedare en mi casa y eso es todo. Aunque... el traje esta lindo.

Maldita sea, no quería venir pero de todas formas lo hice, ¿es que acaso estoy enferma de la cabeza? Claro que no. Soy yo. ¿Y tu quién eres? Soy tu parte vampiro. Si y yo soy de la saga de Crepúsculo. No es gracioso. Te consumire y desaparecerás de mi cabeza, a ver si así sigues con ganas de joderme. ¿Me estas declarando una guerra? Si. Así que más te vale estar preparada.

Llegue al supuesto punto de encuentro, pero pensé mejor y decidí esconderme, así que para eso me subí a un árbol y espíe.

- ¿Y la chica? -Vi que de la nada apareció un chico de cabello negro con unos cristalizados ojos azules y lentes del mismo color de su cabello. Su piel era de color blanco como si fuese papel.

- Tenía que haber venido esa mocosa. -Esa voz... 'Llámame, Lastarria.' ¡Ese maldito! Sentí como una ir recorría todo mi cuerpo hasta que oigo... Dejame salir.

- ¡Wow! Esta muy genial tu historia, pero por cierto. ¿Quién era la que te hablaba?

- Supuestamente mi parte vampiro. Pero eso ya desapareció hace años..

- ¿Cómo?

- La consumí. -Muestra sus colmillos.- Y bebí toda su oscuridad. -Sonríe macabramente.

- O...Ok.