Toccata y fuga

1 0 0
                                    

Esa mañana Mónica tenía que venir a buscar a Adán al hotel para llevarlo hasta la casa de Conti. Adán era consciente que Mónica aún estaba sorprendida de que él hubiera aceptado la oferta, y posiblemente sospechaba que había algo raro.

Pero a pesar de todo no podía contarle sus planes. A pesar de que trabajaba en algo tan competitivo como el mundo artístico Mónica no era ni tan malvada ni tan cruel como otros mánagers y agentes que había visto, y era muy posible que no se tomara a bien la idea de vengarse de Conti.

Cuando llamaron a la puerta y Adán abrió no pudo evitar que la sorpresa se reflejara en su cara. Mónica no venía sola, a su lado estaba Oliver Conti, con la sonrisa a la que se estaba empezando a acostumbrar.

- Bueno... - comenzó la mánager al ver la cara de sorpresa de Adán - me llamó esta mañana y me dijo que él nos llevaba.

- Es más rápido así, ¿sí? - añadió Conti rápidamente.

Sin ganas de discutir por tonterías Adán aceptó sin protestar. Los músicos y la representante bajaron al coche y esperaron mientras el personal del hotel terminaba de acomodar el equipaje de Adán en el maletero. El viaje fue silencioso y Adán lo agradeció ya que tampoco se encontraba de especial buen humor como para estar hablando del tiempo.


Al cabo de un rato llegaron a la casa de Conti. El edificio era una casa de dos plantas con un pequeño jardín con arboles. Adán se sintió un poco sorprendido esperando encontrarse con una vivienda más ostentosa.

Tras dejar el equipaje de Adán en el que sería su cuarto desde ahora Conti llamó a un taxi para Mónica y de este modo los dos músicos se quedaron solos, aunque antes de irse su representante le había lanzado una mirada a Adán que sin palabras le había hecho entender que más le valía ser bueno y comportarse.

- ¡Ven! Que te enseñaré la casa - dijo Conti haciendo un gesto para que Adán le siguiera.

El tour de la casa tampoco duró mucho, ya que después de enseñarle la cocina y el comedor Conti llevó a Adán hasta la sala del piano. La habitación era impresionante, una sala con grandes ventanales por dónde se podía ver el jardín y por donde entraba la luz que iluminaba toda la estancia. Y con un precioso piano resplandeciente en mitad de la habitación. Adán no podía evitar sentirse sorprendido, no era solo por el piano, toda la sala le parecía un lugar ideal para estar tocando el piano sin preocuparse de nada más.

- ¿Te gusta? - preguntó Conti sonriendo como si ya supiera la respuesta.

- Es maravilloso - dijo Adán presionando una de las teclas del piano y dándose cuenta que estaba perfectamente afinado. - ¿Podemos continuar luego con el tour? Me gustaría tocar un rato...

- Ya le diré a Nina que te deje algo preparado en la cocina para luego.

- ¿Nina?

- Es el ama de llaves, se encarga sobre todo de la limpieza y la comida. Aunque solo está hasta las 4 así que la cena es problema nuestro. De todos modos si necesitas algo y no estoy, pídeselo a ella.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 27, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Piano SonataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora