Sueños de un amor frustrado (TERMINADA)

Punto debil.

—¿Cual es tu punto? —susurro mientras trazaba caricias con su nariz en el lóbulo de mi oreja y descendía por lo largo de mi cuello, calentando mi piel con su aliento.

—¿De que hablas?

—De tu punto débil preciosa, ese lugar donde al tocarte pierdes poder de ti —comenzó a deslizar mi vestido fuera de los hombros, haciendolo caer lentamente en el suelo—. Dime cual es.

Sutilmente se posiciono a mis espaldas y con un delicado movimiento retiro la cascada de cabello que caía por mi espalda colocándola en mi hombro derecho para comenzar a dejar lentos y suaves besos en mi hombro izquierdo. Todos su movimientos eran pausados, sutiles, precisos. Casi se podría decir que cariñosos. Pero no, hay una linea muy fina y casi invisible entre el cariño, el afecto y la pasión y el deseo.

—¿Entonces? ¿Me dirás?.

—No tengo tal cosa como un punto débil —pronuncie tajante. No pretendo sonar tan cortante pero me ha salido así.

El suspira con pesadez y desliza sus manos por mis costados hasta llegar a mi vientre, uniendo mi eslpada a el—. ¿No es este? —susurra acariciando mi vientre con lentitud.

—No. -de nuevo ese tono tajante.

—Mmmm —murmuro bajando una de sus manos por el interior de mi pierna ¿y que hay de este?.

—No —susurré, esta vez no fui tajante, fui algo aun peor. Indiferente.

—Ya veo —susurra y me de la vuelta, al hacerlo me topo de frente con par de cálidos ojos color café dorado, tan penetrantes, tan intentos, tan exquisitos. Es un deleite sin duda—. ¿Y aquí? —pronunció de forma tan suave y sutil que casi parece que lo dijo para si mismo mientras llevaba sus manos a mi espalda. Suavemente coloco su mano derecha en la parte baja de mi espalda de forma firme pero suave. Un gesto posesivo para indicar que me quiere justo ahí, mientras que con la izquierda comenzó una serie de carcias en mi espalda. Cada una mas delicada que la anterior— ¿Y bien? —pregunto con una suave sonrisa que se desvanecio casi al segundo de aparecer. Lo encare directo, sin haber notado que había dejado de verlo. Es mi momento de actuar.

—No, ninguno de los lugares que haz tocado, ni es ninguno de los otros que se te podría ocurrir tocar, ese punto débil que buscas no esta expuesto para poder ser tocado por cualquiera con manos. Ese punto que solo a sido tocado una vez, por alguien que en su momento ni siquiera tenia intenciones de tocar, alguien que lo toco sin siquiera ponerme una mano encima. Ese punto que tanto buscas no esta a tu alcance cariño.

Todo su rostro se volvió sombras, oscureciendo cada parte de sus hermosos rasgos, que triste es ver esos preciosos ojos bañados en oscuridad, oscuridad que mis propias palabras han puesto ahí.

Por esta noche decidí ser honesta, hoy voy a hacerlo bien, hoy no voy a fingir estar bien con lo que pretendo ser.

—Te voy a pedir que te retires, esto no va a funcionar.

Tengo que aclarar que cada capitulo es una historia diferente, cada una es un sueño.