Oscuridad.

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No se donde estoy ni como llegue aquí, doy vueltas para ver a mi alrededor y nada, no reconozco nada. ¡Estoy perdida! Sola, perdida y en medio de nada.

Solo hay una carretera bajo mis pies, oscuridad a mi izquierda, oscuridad a mi derecha, miro al cielo y no hay nada, ni una estrella que me haga asumir que de noche, ni una nube. Solo oscuridad. No me atrevo a ver atrás. La sola idea de intentarlo me aterra.

Decido caminar adelante. Solo eso puedo hacer, caminar hasta encontrar algo.

Parece que entre mas camino mas se oscurece a mi alrededor, me siento como atrapada en unas paredes que se acercan cada vez mas, pero en lugar de paredes solo hay oscuridad.

Intento mantener mis nervios a raya. Intento mantener la calma. Se, que si me dejo llevar por el pánico, me paralizare. ¡no puedo permitirme eso!

Tomo una respiración profunda e intento imaginar algo que me calme, algo que me haga ver luz en toda esta obscuridad. ¡musica! Eso puede funcionar. Hago el mejor esfuerzo por recordar una canción, intento reproducir alguna melodía en mi mente para hacer de esto algo menos traumático y nada, no logro nada.

Justo cuando creo que no podría ser peor, escucho pasos. Se que provienen de atrás. Alguien camina detrás de mi. Por instinto comienzo a caminar a un paso mas rápido, sin ser capaz de mirar atrás para asegurarme de que hay o no alguien detrás de mi.
Los pasos comienzan a escucharse mas cerca, mas constantes, mas deprisa.

<¡esta intentado alcanzarte! ¡algo quiere alcanzarte!> me alerta una voz en mi cabeza.

El pánico se abre paso en mi sistema y comienzo a caminar mas rápido, sin mas estoy trotando. Trotando y debatiendome a muerte con el impulso de voltear. Necesito saber que no estoy loca, que si hay algo detrás de mi y no es un producto de mi imaginación. Pero algo muy dentro de mi me dice que no lo haga. Que siga adelante, que no mire atrás.

Un sonido estridente llega sin previo aviso a mis odios y no puedo evitar soltar un grito y comenzar a correr. Otro sonido estridente llega y me obligo a ahogar un grito, no puedo gritar, no puedo.

Siento como gotas comienzan a caer y doy por sentado que esta lloviendo. Lloviendo demasiado fuerte, es prácticamente un diluvio. No puedo ver por donde voy, si sigo en la carretera o si estoy en otro lado. La lluvia lo cubre todo y lo que es peor ya no me deja escuchar los pasos detrás de mi. No se si sigue ahí lo que sea que me este siguiendo por lo que me digo que debo seguir corriendo.

Comienzo a cansarme, me cuesta respirar y muero de frío. Si esto es una pesadilla, ya quiero despertar. Comienzo a aminorar el paso, no quiero hacerlo pero no puedo evitarlo. Otro sonido estridente llega y no puedo evitar soltar un grito.

<¡NO GRITES!>

-No grites, no grites, no grites -comienzo a susurrarme para mantener la calma-. Tranquila, corre. Solo sigue corriendo.

No se cuanto tiempo llevo corriendo, solo se que mis piernas arden, mis pulmones arden y mi corazón parece estar a punto de colapsar. La lluvia empieza a disminuir, mi visión mejora pero aun puedo oír los pasos a mis espaldas.

Me siento caer a un abismó de terror cuando mis piernas comienzan a alentarse, como si algo pesado les impidiera moverse, es como intentar correr bajo el agua. ¡va a alcanzame! Sin mas mis piernas se detienen, dejan de funcionar y caigo al suelo.

De rodillas comienzo a llorar. El pánico ha empezado a tomar poder de mi y ya no puedo pensar, ya no se que hacer, me abrazo a mi misma y me resigno a esperar que algo suceda. Que lo que sea que me sigue me alcance y haga lo que quiera. Sólo quiero que acabe ya. Espero por los que parecen minutos y nada sucede. Alzo la vista y no veo nada, la calle ya no esta, me armo de valor y digo que es momento de mirar atrás. Me giro para encontrarme con ¡nada! ¡No hay nada!.

Sueños de un amor frustrado (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora