- Mañana estare aquí por la tarde para responderles lo que quieran, gracias por traerme. - estreche la mano con el director de una famosa revista de chismes.Me habían traído hasta Los Ángeles y ahora mismo estaba subiendo a un taxi para irme a mi casa.
Nunca creí que agradeceria a una revista que inventaba cosas de mi, pero como había dicho antes, no me importaba, solo quería llegar a mi casa para poder tomar un baño largo para relajarme.
Y sin pensarlo, estaba afuera de mi mansión. La observé y no sentí nada mas que un vacio en el pecho. Todo el tiempo que estuve con mi madre, imaginé regresar a casa y sentir alivió de estar por fin en una casa digna de mi y haria la mas grande fiesta que pude haber hecho. Pero nada. Solo quería entrar para dormir y dejar de sentir el nudo en el pecho que sentía desde que salí de mi pueblo.
Entré y lo primero que vi fue a Rosa, era una señora rechoncha que hacia las mejores galletas del mundo, desde que había empezado con mi carrera ella trabajaba para mi. Cuando tenía malas noches ella subia y me llevaba leche tibia, como si fuera un niño y me hacia sentir muchisimo mejor. Era como una seguna madre para mi.
- Buenas tardes señor. -murmuró con una expresión que no logre decifrar en su cara. El nudo en mi pecho se hizo mas grande.
- No me hables así, Rosa. - me acerque a ella y ablando su cara.
- Usted me ordeno, antes de que se fuera, hace unos me...
- No importa que haya dicho hace un mes, dos o tres.
- ¿Qué? ¿Porqué? - me miró confusa.
- No se...Pasos en la escalera me llamaron la atención y abrí los ojos impresionado al ver de quien se trataba. Mis dos "mejores amigos" bajaban tranquilamente mientras hablaban de cualquier cosa.
- ¿Qué hacen aquí? - mi voz habia sonado bastante fuerte.
Estaba bastante molesto por el hecho que todas las veces que intentaba llamarlos desde el teléfono del pueblo o incluso de mi celular, cortaban diciendo cualquier excusa y ahora estaban aquí, viviendo en mi casa.
- ¡Hey Matt! Que bueno que estas aquí, llamare a unas chicas para que vengan y celebramos tu regreso. - Zac terminó de bajar las escaleras y paso su brazo por mis hombros, me aleje rápidamente. - Oye, gato, se útil para algo y trae mi telefono. - Rosa tenia un hijo, Eduardo, al llegar aquí el era uno de mis mejores amigos, después... nada, cambié de amistades, y por la forma en la que le había hablado, no eran las mejores amistades. Frunci el ceño molesto.
- No le hables así. - cuatro pares de ojos me miraron impresionados. ¿Tan raro era que lo defendiera? Bueno... parece que si.
- Matt, ¿qué demon... - lo interrumpi.
- Vayanse de aquí. - los dos me miraron confundidos.
- ¿Qué estas diciendo Matt? Nosotros somos tus amigos. - me sonrió y lo mire molesto.
- ¿Amigos? ¿Dónde estaban hace un mes cuando los necesitaba? - se miraron entre si sin saber que decir. Sonreí irónicamente. - Eso pensé. No pienso mantener personas en mi casa que le hablan así a los demas y que solo dicen ser mis amigos por dinero y mucho menos los pienso mantener en mi vida. - escupi las palabras. Todos estaban estáticos mirandome sin poder creerlo. - Salgan ahora mismo de mi casa y de mi vida también. - murmure con rabia en cada palabra y ellos suspiraron derrotados y salieron por la puerta principal.Rosa y Eduardo me veian aún sorprendidos.
- Siento mucho lo que paso, les ofrezco una disculpa. - ambos me miraron aún mas atónitos.
- ¿Que te ha pasado? - Eduardo fruncio el ceño confundido y analice la pregunta.¿Qué me habia pasado?
Una pregunta, que curiosamente no podía responder.
----------------
Holitas de maaaaaaar.
¿Vieron como reaccióno?:0
¿Es bueno o malo?Gracias💙
-Azul💙
ESTÁS LEYENDO
Un egocéntrico enamorado
Teen Fiction"Regresar. Esa palabra no estaba en mi diccionario desde hace años. Pero ahora no solo esta en él diccionario, si no en la dirección de mi avión." Guapo, buen cantante, ganador de cientos de premios, buen actor, rico, buen cuerpo. Eso, sin duda desc...