Our Family (Shikatema)

Parte 8: Shikadai Nara

El tiempo paso rápido, como el vuelo de un águila, tranquilo y libre. Los cambios en su cuerpo eran notorios, Hinata ya había dado a luz a un pequeño igual a Naruto e Ino y Sakura también, solo faltaba ella, pero solo era un par de días para tener a su hijo en sus manos. Shikamaru estaba haciendo algunos trabajos en la oficina, por lo que estaba la mayoría del tiempo en casa.

Sus cambios de humor reinaban en su hogar, sin embargo, las discusiones ya no eran un plato que se comiera a diario. Su espalda dolía y sus pies se hinchaban a menudo. Dormir por las noches era un verdadero infierno, pero Shikamaru había estado ahí con ella durante las últimas semanas, cuidando de ella. No pensó que sería así, él es tan despreocupado de la vida que se sorprende cada vez que se levanta en la madrugada a comprar algo que se le antoja.

- Vamos, sal de ahí ya – murmura acariciando su gran barriga

- Sabes que no va hacerte caso – Shikamaru la observa alzando una ceja, tan calmado y apacible como siempre - ¿necesitas algo?

- No por ahora – se deja caer sobre el sofá, agotada, había ido al mercado por algunas compras en la mañana, pero solo compró la mitad de las cosas antes de volver.

Todos los duros entrenamientos ninjas no eran nada en comparación al cansancio que le generaba el hecho de cargar con otra vida dentro de ella.

Cierra los ojos relajando su cuerpo, ah su espalda realmente duele, ni hablar de sus tobillos, decir que está cansada le queda corto, realmente quiere que el bebé nazca pronto.

- ¿Crees que nazca esta semana? – Shikamaru la mira, está sentado frente al tablero de shoji. Decidió tomarse el día para ayudarla con algunas cosas, de seguro le dio lastima verla de esa forma y por eso prefirió quedarse en casa.

- ¿quién sabe?, yo solo quiero que salga ahora – su cuerpo comienza a adormecerse, y su cabeza cae hacia un lado, el embarazo es agotador.

Está anocheciendo cuando abre sus ojos, una manta le cubre las piernas y un delicioso olor a curry invade su olfato. Tiene hambre, rayos se durmió al medio día, no ha comido nada de nada. Se levanta lentamente y camina hasta la cocina, Shikamaru se mueve de un lado a otro, un montón de ollas sucias están apiladas en el lavadero y viste un gracioso delantal rosa

- Huele bien – murmura sentándose en la mesa – pero no eres bueno limpiando

- Es muy problemático para mí – se concentra en servir dos platos, ella ríe levemente – no suelo hacer esto, pero cuando mi esposa me necesita, debo hacerlo – le sonríe cuando deja al plato frente a ella

- Gracias – comienza comer lentamente, está muy bueno – ya puedo limpiar yo luego – él rasca su nuca y comienza a comer junto con ella. La cena es silenciosa, de seguro Shikamaru está pensando en la pila de papeles que tiene en su oficina, dios, si fuera Hokage él estaría colapsando, menos mal decidió ser ayudante.

- ¿mucho trabajo?

- Más del que puedo manejar – murmura un poco avergonzado, le agrada que sea sincero con ella

- Puedo ayudarte siempre que quieras

- No, tu solo preocúpate de llevar el embarazo bien – suspira, sabe que es cierto, pero es aburrido estar en casa.

Termina de lavar el último plato y dirige a su habitación, Shikamaru ya duerme plácidamente, eso es algo que le hubiese gustado hacer, de no ser por el dolor que viene de pronto en su vientre. Oh, debe ser el bebé.