El niñero (rubius y tu)

Capitulo 6

Y que te dijo?- Pregunto Naiara 

-Dijo que si volvía a causar problemas llamaría a mis padres-Reí-aunque no creo que los encuentre

-Pero alguien más puede venir- Me dijo mientras que con sus cejas me indicaba que volteara para atrás. 

Sin que se viera obvio voltee, encontrándome a Ruben recargado sensualmente en el cofre del auto, con los brazos cruzados y  unos lentes oscuros cubriendo sus ojos, que al ver su malvada sonrisa, podía jurar que me miraba. 

Luego de unos pocos segundos observándolo, regrese a mi conversación  con Nai.

-Lo siento-reí-pero ahora iremos caminando- Le dije, y ella me miro confundida-Ni loca voy con el-Le explique a lo que ella soltó una carcajada recordando lo que le había contado sobre mi lucha por la mañana, mientras comenzábamos a caminar.

-No Naia, vamos por allá- Dije, pues no quería pasar por donde estaba Ruben.

-Pero caminaremos el doble- Se quejo.

-¡Naiara!- Alargue en tono de suplica.

-¡Por favor!- Me suplico.

-Esta bien- Le dije de malagana y comenzamos a caminar hacia el.

Pase con Naiara a mi lado, y solo escuche un chiflido -Idiota- pensé, reprimiendo mis ganas de gritárselo en la cara. 

-Hey, hey, hey... ¿A dónde vas?-Escuche su voz.

-A La casa-Le dije cuando voltee a verlo.

-Sube al auto-Me indico haciendo un movimiento con su cabeza.

-No - Le dije fría y volví a caminar.  

-Entonces no quieres tu auto de vuelta-Escuche como agitaba mis llaves. Naiara solo miraba divertida la escena, conteniendo sus ganas de soltar una carcajada.

-Ven Naia- le dije caminando hacia él. La propuesta era demasiado tentadora.

Sonrío victoriosamente cuando llegue a su lado. Extendí mi mano para que me entregara mis llaves, las puso en mi mano pero antes de poder tomarlas, las quito.

-No tan rápido-Río-Sube al auto.

-Nai-Dije para que ella tambien subiese.

-No, yo iré caminando- me dijo con una sonrisa pervertida.

-Sube, no es problema, nosotros te llevamos-Le dijo Ruben. Ella sonrió, pero volvió a negarse.

Luego de un par de suplicas de mi parte, acepto y subió a la parte trasera del auto-

-¿Y tu eres?-Le pregunto Naiara. -Gracias, la mejor amiga del mundo- pensé feliz por la pregunta que le acababa de hacer, notese el sarcasmo.

-¿_______ no te ha hablado de mi?- Pregunto mirándome, a lo que solté una carcajada.

-Ni que fueras quien para que yo hable de ti- Le dije sin mirarlo.

-Soy Ruben Doblas, el niñero-Río-De esta malcriada niña-La risa de Naiara se unió a la de él. 

-Da vuelta aquí-Le indique para que entrara a la calle donde vivía mi amiga.

-¡Gracias!-Dijo Naia mientras bajaba del auto.

-No es nada-Le contesto Ruben.

-Hasta mañana- Me despedí, ella entro a su casa y el auto se puso nuevamente en movimiento-¿A donde vamos?-Pregunte al ver que no se dirigía a casa.

-Te invitare a comer- Me dijo viéndome fijamente.

-¿Y quien te dijo que yo quería?- Pregunte fría.

-De hecho no pregunte, y no me interesa-Sonrío y regreso la mirada al camino-Llegamos- Me dijo mientras estacionaba cerca de un restaurante de comida rápida.

-Wow, pero que esplendido- Le dije sarcásticamente.

-Lo siento, pero no te merecías algo mejor- Río mientras bajaba del auto- Ademas, te hubieras quejado de todas formas- Me dijo mientras caminábamos.

-Ya te dije que nada me molesta, solo tu existencia en mi vida- Dije entrando al establecimiento, pude escuchar su risa detrás de mi.

-¿Quieres algo?-Me pregunto mientras caminábamos al mostrador para ordenar.

-No tengo hambre- Le dije y camine a una mesa para luego dejarme caer sobre el acolchado sillón.  

Observaba con detenimiento la silueta de Ruben alejarse. -Si lo hubiera conocido en otro lugar, nunca lo habría tratado mal- pensé divertida, ya que, si fueran otras circunstancias, hubiese hecho lo imposible por conquistarlo.

-¿Que tanto me ves?-Al oír eso salí de mis pensamientos.

-Ja, ja, ja. ¿Yo?¿A ti?-reí sarcásticamente-En tus sueños Doblas-Le dije.

-Acéptalo, te vuelvo loca- Me guiño un ojo, dejo el pequeño cartel con el numero de su orden, y  se apoyo en el respaldo del sillón con los brazos cruzados.

-¡Ya quisieras!-Le dije riendo.

-Entonces dime que tanto me veías-Se recargo sobre la mesa-¿o en que pensabas?-Levanto pícaramente sus cejas.

-Pensaba en cómo es que en tan poco tiempo se puede llegar a detestar TANTO a una persona- Mentí, claramente no pensaba eso.

-Sabes- Me dijo pensativo.

...

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Luego de tanto tiempo, ¡VOLVÍ! ¿Me extrañaron?¿No? Bueno, okey *se va a llorar a un rincón*

Aquí el capitulo del siglo, voy a tratar de actualizar mas seguido, pero se me complica y ez ke cuesta musho. Pero en fin, ya tienen un capitulo mas. No leemos mañana, o la semana que viene, o el año que viene, o el siglo que viene, pero tranquilas que nos leeremos. Como siempre, voten y comentes, saben que es gratis. Bye.