Promesas cumplidas y felicidad eterna - Parte 1

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Estaba dormido profundamente, cuando de repente mi celular empieza a sonar fuerte. Me asusté en un principio pero en seguida reaccioné a lo que era, así que con mucho cuidado despegue de mi cuerpo a mi bello francés y me dirigí a la cómoda, donde él había dejado mi pantalón junto a mi camisa.

Tomé rápidamente el móvil y atendí para que ya no siguiera haciendo escándalo.

-¿Hola?

-¿Porque hablas en susurro?

-Ahhg Kardia espera un momento.- Salí del cuarto para hablar mas fuerte sin despertar a Camus. -Lo siento, es que Camus esta durmiendo y no quiero despertarlo.

-Ah, así que finalmente volviste con él.- Me dijo dejando salir un suspiro.

-Para eso volví aquí, tarde o temprano lo haría. Pero en fin ¿que quieres?

-Vaya, hace meses no hablamos ¿y así tratas a tu hermano mayor apenas puedes volver a comunicarte con él?

-Lo siento. ¿Que necesitas hermano querido?

-Así esta mejor.- me dijo y se río. -Quiero saber cuando volverás por aquí para poder hacer lo de la venta de tu casa.

¡Cierto! ¡Lo había olvidado completamente! Hace mas de un año ,Degel me había llamado para preguntarme si no podía venderle la casa que compre junto a Kanon y yo acepté a hacerlo pero jamás me tomé el tiempo de volver a Athenas para hacer los tramites.

-Ahhhh.... Ehhhhh...

-¿Lo olvidaste cierto?

-Lo lamento hermano, pero ahora que estoy con Camus creo que podremos acelerar el procesó. Voy a despertarlo e iremos hoy mismo de regreso a Grecia.

Escuche que Kardia bufo con algo de enfado pero no me moleste en preguntarle que le pasaba ya que lo sabía bien. No estaba feliz de que haya regresado con Camus pero eso no me interesaba, yo era feliz finalmente y ni mi propio hermano lo arruinaría. O al menos eso esperaba.

-Esta bien. Los espero a ambos. Adiós.

-Ad...- El tono que me decía que la llamada había sido terminada se hizo notar. -iós... Nos vemos en un rato... O mañana... O nunca... O en tu funeral ¡maldito maniático!

Luego de gritarle como idiota a mi teléfono, sabiendo que mi hermano no podría oírme, volví en dirección a la habitación donde dejé a Camus durmiendo, y me sorprendió realmente ya que cada vez que yo abandonaba la cama, él a los pocos minutos despertaba y me buscaba. Al parecer las cosas de ahora en mas serían distintas a aquélla rutina que solíamos tener.

-Camie...- Lo llame moviéndolo un poco de su hombro. -Hey, Camie despierta. Amor despierta que debemos irnos.

-Mmmmmm

Solo obtuve ese sonido como respuesta mientras que se daba vuelta en la cama y quedaba boca abajo.

Debo admitir que eso me dio mucha risa, por lo que mejor opté por dejarle seguir durmiendo, solo me límite a escribirle una nota que dejé arriba de la mesa de café de la sala, le recrimine que durmiera tanto, lo besé con fuerza y salí de allí rumbo al apartamento donde vivía y preparé una valija con ropa para un mes por lo menos, igual si necesitaba mas que lo que llevaba encima tenía aun ropa en Athenas, ya que al mudarme aquí no me traje todo conmigo.

Ya para las 5 pm estaba casi llegando a Grecia. Debo de ser sincero, me dolía el corazón a mas no poder por haber dejado a Camus solo una vez mas solo pero tenía que irme hoy si o si porque al parecer mi hermano no estaba dispuesto a esperar un día mas mi regreso.

Al menos tengo la certeza de que, como le dejé una nota, seguro vendrá a mi lado en las próxima horas, ojalá sea esta noche que lo haga ya que tengo muchos deseos de pasarla a su lado, esta noche y todas las noches que vengan, sentirlo cerca de mi, pegado a mi piel, cada noche de mi vida hasta mi muerte.

No Volveré A PerderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora