Tranformacion

1 0 0
                                    


-No jodas Sara, no me pondré esto, estoy casi desnuda. - Le digo después de verme al espejo, es el quinto vestido que me obliga a probarme y cada vez estoy un poco más frustrada. Esta chica siempre quiere vestirme provocativa, dice que tengo que aprovechar más mis pocos rasgos latinos.

-Vamos Lex, solo esta vez quiero que te vean y te aprecien. – me dice mientras posa detrás de mi abrazándome por los hombros. -Además siempre utilizas vaqueros. – dice.

- No hay un vestido un poco más cubierto del busto? Si tienes uno me lo pondré sin queja alguna, lo juro. – le digo mientras levanto mi dedo meñique de mi mano derecha y lo uno con el suyo. Hago un pequeño puchero, pero diablos nunca se lo que funcionara con ella, es tan testaruda.

- Supongo que no tienes remedio. - Suspira. -Tendré que darte tu regalo de cumpleaños con una semana de anticipación. – Observo boquiabierta mientras se dirige a su armario y saca una bolsa Calvin Klein, se da la vuelta y levanta la bolsa meneándola para los lados mientras camina alegremente a su cama. – Lex, ven aquí, vamos bebe, esto es lo que te pondrás hoy. – Diablos, conozco esa mirada esto es malo muy malo. Camino cautelosa hacia su lugar, ella me hace señas para que me apresure. Saca un vestido pequeño vestido negro del bolso que bien se podría hacer pasar por un blusón. Lo sostiene en alto para que lo inspeccione. Y para mi sorpresa es hermoso es de piel y parece ser que no esta tan escotado del área de del busto, tiene mangas de ¾. Lo gira. Diablos, no tiene espalda. Vuelvo la mirada a sus ojos. Joder esta chica siempre se sale con la suya. Estoy a punto de quejarme cuando.

- Shhhh, prometiste no quejarte, recuerdas? Ahora dirígete al tocador y cámbiate. Se está acabando el tiempo y aun necesito maquillarte y peinarte. – No suelto ni una palabra, no tiene caso gastar saliva con ella, estoy frita.

Voy directo al tocador, cierro la puerta y me quito el horrible vestido rosa chicle que tuve que medirme. Lo juro, me apretaba tanto el busto que no me dejaba respirar, además que tenía miedo de que mis dos amigas fueran capaces de salirse de su muy inapropiado sujetador. Hecho un vistazo alrededor, tiene el estante lleno de cremas para cuerpo y productos para cabello. También tiene cajones para su ropa interior aquí dentro, muy conveniente e ingenioso de su parte, tiene el espacio suficiente para ello.

Sara es una chica dulce y muy extrovertida, pero a veces en temas de hombres es muy ingenua. Es mi mejor amiga y yo siento que mi trabajo es protegerla, no cualquiera de sus pretendientes puede recibir mi aceptación. La gran mayoría solo la ve como un juguete muy refinado, atractivo y lo que más les llama la atención de ella es su dinero. Sara viene de una familia adinerada dueña de la pista de ski de Ruidoso, Nuevo México. Entre ella y su hermano mayor Dominic, heredaran todo. Ella es una pelirroja natural con unas piernas largas kilométricas debido a su metro setentaicinco de estatura, es delgada, pálida con unos hermosos ojos verde jade, parece una muñeca de porcelana. Sus labios son más grandes y carnosos de los normal para una persona con descendencia alemana y sueca. Su propia historia familiar es bastante interesante, sus abuelos son menonitas que solían vivir en Chihuahua, México, pero su comunidad no aceptaba su unión como pareja y los condicionaron. Ellos decidieron abandonar la comunidad y se mudaron a Ruidoso e iniciaron una familia al igual que la empresa familiar. Amo ir con ella en invierno con su familia, son tan buena gente, además que tengo la entrada a la pista de ski completamente gratis y los billares del pueblo son geniales y muy animados.

Termino de vestirme, el vestido me queda justo a la medida, no tengo el busto apretado ni saliéndose, las mangas son bastante cómodas, el único problema es la espalda desnuda y lo corto del vestido, no creo poder sentarme cómoda sin el temor de enseñar de más. Camino un poco y me sorprende el hecho de que el vestido no se sube como los demás, su material de piel es flexible y está haciendo su trabajo quedándose pegado a mi cuerpo muy cómodamente.

GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora