No peleamos por la ropa que se dejó fuera del cesto, tampoco porque quiere ir con los amigos y mucho menos porque todo se me cae cuando cocino.
Este amor es capaz de regalar flores, de colgar siempre las toallas como a él le gustan y de exprimir bien los limones para que la fruta no haya muerto en vano.Un amor así se encuentra rara vez, en una sola estación de la vida, en esta, la que compartimos sin fregaderas.
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Nuestra cotidianidad
PoetryEl amor maduro deja de soñar con lo fugaz. No esta interesado en corresponder a medias, en prestar atención a las breves diferencias entre los dos. Para las peleas, mejor escribirlas y olvidarlas.