A pedacitos te instalas en mi mente.
Sorprendes mi rutina haciendo ajustes en nuestra historia.Vienes a mi ventana con tus colores llamativos, cantas, abres las alas, desafías la
gravedad, me invitas a volar.Era preferible seguir con la vista al piso
Y dejar correr el río sin desviar su cauce,
¿Alguna vez fuiste compasivo?...
Detén ya la insistencia y el hastío.Me gusta recordarte con el pantalón de color encendido esperando a la puerta del autobús
Con un ramo de flores para mi.
Así tan tierno, creyéndote ave fénix,
Siempre perfecto.
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Nuestra cotidianidad
PoetryEl amor maduro deja de soñar con lo fugaz. No esta interesado en corresponder a medias, en prestar atención a las breves diferencias entre los dos. Para las peleas, mejor escribirlas y olvidarlas.