La memoria empaca su maleta

3 0 0
                                    

Anoche discutimos mientras mi pants se manchó de salsa.

Dormimos y amaneció tan pronto.

Está ligera molestia hace que el calor de la canícula sea más insoportable.
Tengo un sin fin de ideas como colibríes aleteando fuertemente en mi cabeza, el trabajo, la casa, las deudas y luego estás tú, un roble sin carisma, un temple que desliza los saludos y que intercambia miradas con su teléfono.
De pronto, un corto de la tv promociona a nuestro comediante favorito, ambos reímos con el anuncio y la frivolidad de la mañana cerró completamente todo pleito nocturno.
Mi corazón sonrió contigo para hacer la maleta de recuerdos tontos antes que llegara la tarde.

Nuestra cotidianidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora