Solo puedo decir que
a veces así llega el amor,
por segunda vez,
apacible e inesperado,
con un pequeño texto deslizándose entre las manos.Otra vez estamos mirándonos en la distancia como la vez primera que nos amamos.
Una experiencia nueva y asombrosa
que se encuentra después de haberse perdido con los años.
Encontré tu risa soleada y sencilla en el café obscuro de la mañana.Palabras extraviadas y enmohecidas
que hoy resurgen...devolviéndome
la mujer que fui, la inmensa playa.
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Nuestra cotidianidad
PoesíaEl amor maduro deja de soñar con lo fugaz. No esta interesado en corresponder a medias, en prestar atención a las breves diferencias entre los dos. Para las peleas, mejor escribirlas y olvidarlas.