III. 5 de Abril de 2013- "I like the summer rain"

7 1 2
                                    

           

Habían pasado ya unos meses desde que habíamos hablado por primera vez, ahora éramos buenos amigos.

El ensayo lo habíamos entregado a tiempo y recibimos una excelente calificación y la felicitación del profesor por habernos identificado y expresado tan bien en nuestro ensayo, realmente nos habíamos esforzado con ese trabajo para sacar una buena calificación, y que así hubiera sido, había sido fantástico.

En las últimas semanas habíamos quedado más a menudo para salir a dar la vuelta o para salir a comer, era todo como amigos, claro, porque no solo salíamos nosotros dos, sino también venían mis amigos Nia y Casey y el mejor amigo de Ian, Thomas Ray. Ahora los cinco éramos una especie de súper grupo, todos nos llevábamos de maravilla y Nia era muy feliz con esto, ya se había hartado de solo estar con Casey y yo.

            La tarde del 5 de abril, cuando Ian y yo íbamos caminando hacia nuestras casas juntos, algo que era una costumbre nueva para los dos y que vivíamos relativamente cerca, una lluvia fuerte comenzó a caer y corrimos a refugiarnos debajo de un pequeño quiosco que se encontraba en un parque cerca de ahí.

Llegamos debajo del quiosco mojados y riéndonos como niños, nos habíamos tapado con nuestras mochilas para tratar de no mojarnos tanto, pero al no ser tan grandes, nos empapamos todos.

Ian se veía muy feliz, el siempre lucia así cuando llovía. Estaba parado contemplando la lluvia y los alrededores del parque con una expresión tranquila cuando habló.

—¿Sabes por qué me gusta tanto la lluvia? — me dijo sonriendo

—No, ¿Por qué? — lo mire a los ojos, esos ojos que parecían que nada podría apagarlos jamás.

—Porque cada gota que cae hace que me sienta más vivo que nunca, me desconecta por completo de lo que pasa alrededor y, aun así, siento que nada me detiene— se sentó en la banca del quiosco, a un lado de mí.

De vez en cuando en los momentos menos esperados, Ian hacia comentarios como ese, solía decirle que debería de escribir cada uno de ellos y hacer un libro o algo. Sus palabras en esos momentos lo eran todo para mí.

—Eres muy profundo Ian, — solté una risa ligera y le di un suave empujoncito en el hombro, mientras lo veía, —A mí también me gusta la lluvia, pero por su sonido, y más en verano, la encuentro relajante igual que tú.

Estuvo unos segundos callado, y al parecer después tuvo una idea, se levantó y me tendió la mano.

—Vamos Adene, bailemos, la lluvia será nuestra música, así como en High School Musical.

—Estás loco, yo no bailo— me reí, pero aun así le di la mano.

—No importa, yo tampoco bailo— me paré y salimos del quiosco a bailar bajo la lluvia, supongo que, si alguien hubiera pasado por ahí en ese momento, pensaría que éranos extremadamente raros o que estábamos invocando a alguna clase de dios de la lluvia, pero no nos importó que estuviera lloviendo aun, ni que no supiéramos bailar bien, Ian hacia que sacara ese lado despreocupado y disfrutara las cosas sencillas de la vida.

Eso era lo que más me gustaba de él, lo fácil que me era ser yo misma y enfocarme en las cosas que realmente importaban. Él siempre lo hacía sencillo para mí, porque realmente le interesaba.

Es por eso que me atormenta tanto no haber podido hacerlo sencillo para él también, siento que se lo debo todavía.

Our RealityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora