I. 20 de febrero de 2013- "Another day on mars"

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Las cosas comenzaron un 20 de febrero de 2013, lo recuerdo porque fue el día en que mi vida dio un giro drástico, digo, no todos los días conoces a alguien que te hace cambiar por completo, para bien. Yo tenía 16 años, pronto cumpliría los 17.

Me levanté temprano por la mañana para iniciar con mi rutina de todos los días, que consistía en tomar un baño, vestirme, maquillarme y bajar a almorzar antes de que mi familia se despertara, para estar fuera de la casa antes que ellos. Otro día en marte para mí.

Tomé mi mochila, salí de la casa y comencé a caminar rumbo a la parada de autobús para así poder llegar a la escuela, como todos los días. Mi vida era aburrida, iba a la escuela, salía con mis amigos a veces y regresaba a mi infierno personal, también llamado casa.

Me gustaba ir a la escuela, porque llevar buenas calificaciones y asistir me aseguraba que podría salir de ese horrible pueblo para estudiar en la universidad.

Adamas Ville, Illinois, era el típico pueblo lleno de familias que tenían viviendo ahí por generaciones y mujeres que su única meta en la vida era ir a la iglesia y conseguir un esposo que las mantuviera, mientras ellas se quedaban en casa.

En mi trayecto a la parada de autobús siempre me encontraba con las señoras que vivían por mi callen, esas mujeres se levantaban temprano para prepárale el desayuno a sus maridos y sacar a dar un paseo con sus bebes, no sé qué era lo que tenían contra mí, pero cuando me veían solían empezar a murmurar entre ellas mirándome con despreció.

Creo que su odio empezó porque una tarde cuando regresaba de la escuela, una de ella me detuvo, comenzó a preguntarme sobre porque ya no me veían en la iglesia, me dijo que así nunca iba a conseguir un buen hombre, además agregó que mis ideas de estudiar la universidad estaban mal, que mi deber era quedarme en casa y cuidar a los hijos que tuviera, esto me enojó mucho, ¿Quién se creía esa señora para venir a decirme esa clase de cosas?, le dije lo que opinaba y desde entonces no me soportan.

Nada de eso me gustó nunca, yo siempre quise más, en Adamas Ville es muy raro encontrar personas con mi mentalidad, todos son felices con la simple vida de campo que llevan, por eso cuando lo conocí, me intrigó tanto.


Al llegar a la escuela me encontré con mi amiga Nia, como todos los días me estaba esperando en las escaleras de la escuela para ir juntas a nuestra primera clase, estábamos caminando y Nia comenzó a parlotear sobre lo que su amiga Claude le había dicho sobre el concurso de baile que se organizaría en la escuela y como deberíamos inscribirnos.

—Adene, ¿me estas escuchando? — me dijo

—Nia, sabes que yo no bailo tan bien como para participar en un concurso, deberías entrar tu sola, eres muy buena bailarina— le dije mientras entrabamos al salón de clases.

—Da igual Adene, ¡es para divertirnos!, pero no importa, solo decía— dijo y se sentó en su lugar, cerca de la ventana, estuvo sin hablar por unos segundos, hasta que deicidio cambiar de tema, —¿Has hablado últimamente con Jude? —volteé a mirarla cuando dijo su nombre, Jude era mi ex­-novio, el cual me había engañado en repetidas ocasiones hasta que por fin me di cuenta.

—No— mi voz sonó seca, —Sabes que ya no me interesa tener nada que ver con él, me llamó varias veces durante el fin de semana, pero no le respondí.

—Se lo merece, es un maldito— iba a decir algo más, pero en eso el profesor entro e inicio la clase.

         Las horas pasaron rápido y al darme cuenta ya era la última clase del día, inglés, una de mis favoritas.

Entré apresurada al salón porque iba llegando un poco tarde, la campana había sonado hacia 5 minutos, tuve suerte, el profesor no había llegado; rápido caminé hasta mi puesto y me senté.

—Buenas tardes muchachos, como ya habíamos hablado la lección pasada, hoy haré equipos para que comiencen a trabajar en su ensayo, recuerden que el tema es libre, pero debe ser como un mínimo de 20 cuartillas— El señor Salazar nos dijo y todos se miraron asustados.

—Voy a empezar con la repartición de equipos­— miró su lista de alumnos y dijo los nombres en voz alta, —Arden, con Belle, Bauer y Chen­— así siguió por un rato hasta que llegó conmigo, —Mason, tu trabajaras con Dunn— me pareció bien, porque Casey y yo éramos amigos, pero al darse cuenta de esto, el señor Salazar nos cambió de parejas.

—Mason, tú y Dunn, mejor cambien con Chen y Bauer, ya sé cómo son cuando están juntos— nos señaló a los dos y nos hizo movernos de lugares.

Amy Chen estaba feliz de no tener que trabajar con Ian Bauer, él podía llegar a ser algo difícil, porque, aunque era calmado, no había mucho de qué hablar con él.

Caminó hacia mí y me miró, con esos ojos verdes en los que casi podías ver su alma, eran de un verde con toques de azul que nunca más creo poder volver a ver.

Y ahí empezó todo, fue así como a mi vida llegó Ian Bauer, el chico inteligente, guapo y reservado de la clase, teniendo esa aura de tranquilidad con la que siempre estaba y envolvía a todos a su alrededor, se acercó a mí.

Ian Bauer, el chico del que nunca creí poder llegar a enamorarme.

En ese momento no lo sabía y creo que, si lo hubiera sabido, tal vez hubiera hecho algunas cosas diferentes, como tratar de ser su amiga desde el momento que se puso frente a mí para trabajar o no ser tan fría con él.

Pero algo que nunca cambiaría, es el hecho haberlo dejado entrar a mi vida.

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