Recuerdo aún la primera vez que hablé contigo, hace ya cinco años. Ese inicio tan cómico y surrealista, pero que guardo con tanto cariño. Lo hicimos perdurar, rememorándolo una y otra vez juntas, grabándonoslo la una a la otra en nuestras mentes para que no cayera en el olvido.
¿Y ahora dónde queda todo? Tú misma te has vuelto un recuerdo. Un recuerdo doloroso. Creía que nuestra amistad duraría para siempre. Solo era la inocencia, jugándome una mala pasada. Y ahora hasta cruzar un "qué tal" es extraño.
En este mar de recuerdos sobresale el momento en que todo comenzó a hundirse, cuando cambiaste, y ya no vi en ti a aquella niña que era como una hermana. En esa oleada de confusión y sentimientos encontrados un velo cayó ante mis ojos y fue cuando descubrí todo el daño que me habías causado y como me había estado engañando a mí misma. Y el rencor nació en esta frágil amistad. Las discusiones, desconfianza, traición...
Ya nada tenía solución.
Me preguntó si fue que yo también había cambiado, si no me puse demasiado en tu contra, no te debí dejar sola, lo sé. Aún me entra pánico pensar si a causa de todo aquello "lo volviste a hacer". Pero había tanto dolor, y yo también era una inmadura. Hoy aquí, escribiéndote sin que tú lo sepas, te echo de menos; pero sé que no quiero recuperar esta amistad. Ni tú ni yo somos lo que éramos.
Aún dudo de si te quiero a ti o al recuerdo que veo en ti de aquella persona de hace cinco años. Algún día dejarás de doler totalmente.
O eso espero.

ESTÁS LEYENDO
Pequeñas historias
Truyện Ngắn"Escribir sobre las cosas me ha permitido soportarlas" - Bukowsky.