La Amiga de la Muerte ~[Charlie Weasley]

Recuerdos 2

-¡Hey! ¿Me escuchas? ¿Nadie? ¡Necesito que me ayuden!- Dije desesperada apoyándome de una pared.

-¡Ayuda!- Grité llorando. 

-¿Qué demonios? ¿Quién eres? ¿Dónde estás? Dime tu ubicación para buscarte- Dijo una voz varonil.

-¿Me escuchas? Ven a buscarme, no sé dónde estoy. Por favor, ayúdame.- Dije como si me estuviesen desgarrando miembro por miembro. Ya no podía aguantar la conexión, me requería demasiado esfuerzo. Caí de rodillas llorando. ¡Me he podido comunicar con alguien! Al parecer era un hombre. Después de ese pensamiento no recuerdo el momento exacto en el que me desmayé.

Cuando desperté me dolía todo el cuerpo, si seguía con la conexión fuese muerto. Debo esperar que el tiempo siga avanzando, estoy segura que si sigo intentando lograré que me encuentren.

¡Demonios! Esto es demasiado triste, ya no tengo ni la más remota idea de cómo viven los magos de esta era. Espero que estemos en armonía y no halla guerras como antes.

Esa voz, esa voz la recordaré por siempre. Espero volver a contactarme con él cuando me recupere.

**************

No recuerdo cuánto tiempo ha pasado, desde aquella vez que hablé con él. Solo sé que todavía no me he recuperado al 100%. La soledad y el silencio me consumen. Me miró las piernas y siguen con moretones que se produjeron cuando intenté comunicarme con ese hombre.

Me siento apoyada en la pared mirándome las piernas, no sé cómo pero empecé a escuchar susurros del otro lado. Me acomodé colocando mi oreja pegada a la pared para escuchar mejor. No entendía lo que decía pero creo que alguien está intentando entrar aquí, esta es la primera vez que esto pasa.

Una luz blanca me cegó por unos segundos. -¿Qué está sucediendo?- Dije pestañeando muchas veces hasta lograr ver mejor.

-Lamento aparecerme de este modo, señorita.- Dice un hombre con una aura increíblemente poderosa.- Oh, no me he presentado. Mi nombre es Albus Dumbledore, me siento muy feliz de verla es una leyenda para algunos.- Dice con admiración.

-¿Leyenda? ¡Já! En estos tiempos me imagino que yo estoy en el olvido, señor Dumbledore.- Dije mirándolo con curiosidad.-Debe ser usted muy sabio para conocer mi historia o debe ser un mago oscuro, aunque dudo que ellos me recuerden.- Agregué parándome del piso que me encontraba.-Puede usted sentarse si gusta.-

-¿Por qué no me sorprende que usted se encuentre actuando como si no le temiese a nada? Es muy curioso, ¿No lo cree?- Dijo Albus tomando asiento en uno de los sillones.

-¿A qué debo temerle? ¿A la muerte? Le recuerdo que tengo la fortuna de la vida eterna.-Dije sentándome en el sillón de frente.-Además, quiero saber qué hace usted en mi "humilde hogar".- Dije con desdén.

-Quiero respuestas.- Dijo mirándome por encima de sus lentes.

-En tal caso de darle respuestas, qué yo tengo a cambio.- Dije tomando un libro que hice levitar hasta que llegara hasta mí.

-Veo que en los diarios que hablan de ti, no dicen tu carácter.- Dijo mirándome con una media sonrisa.- Le daré lo que usted guste, señorita Pyxis.

- Todos me adulaban, claramente no van hablar de mí como una mala persona en cambio supongo que hablarían de mi increíble belleza.- Dije con orgullo.- Quiero un montón de cosas, empezando por libros de esta época, libros de historia de la magia y todo lo que se ha hecho en el tiempo que he estado encerrada.- Dije con una sonrisa.

-Es un hecho señorita Pyxis. Temo que mi tiempo aquí es escaso, me debo marchar pero vendré dentro de una semana.- Dijo Albus parándose del asiento.

-También quiero dulces, nos veremos dentro de una semana señor Dumbledore.- Sonreí cuando partió. Definitivamente comunicarme con alguien sirvo de algo.