La realidad no es lo que crees ver

Ari y mas Ari

-Gracias por el paseo y la "clase", lo he pasado muy bien- dije para apurar y poder ir con Ari, tenía mucho que hablar con ella

-Espera!- dijo agarrándome un brazo y tirando de mi- no puedo dejar que te vayas empapado- me abrazo y empezó a calentarnos a ambos creando una nube de vapor por encima de nuestras cabezas- mucho mejor- dijo susurrándome al oído- nos vemos mañana- me dio un beso en la mejilla y se fue

Ei, despierta, que nos esperan.

Mierda!

Reaccione al instante y fui directo hacia Ari.

-Listo para irnos-dije feliz.

-Y esa felicidad?- pregunto sarcástica

-Es por verte claramente- hice una pausa, esperando su réplica, pero no llegó- Por cierto no crees que tienes algo que contarme?

-A ti?-dijo- La verdad creo que nada

Que leches le pasa?

A mí que me dices? Pregúntale a ella

-Disculpa...-dije despacio- puede que no sea asunto mío, tienes razón

Recorrimos toda la base en silencio, la seguía con cuidado intentando averiguar que le podía pasar, pero no lograba saberlo.

No esta celosa, eso tenlo claro.

Ya.. lo suponía...

Eres un maldito moñas, deja de encoñarte de la pelirroja, tienes cosas más importantes en las que pensar.

Últimamente estas muy pesado sabes? Por que no desapareces un rato?

No puedo desaparecer, estoy dentro de tu cabeza, recuerdas?

Aaag, pero hacía mucho que no estabas así de "activo"

Es cosa de tu despertar.

Ari se paro en seco y tropecé con ella, habíamos llegado al coche y ni me había enterado.

-Perdona...-Dije y fui hacia el asiento del acompañante.

-No, perdona tu- dijo tapándose la cara- Es esa Daniela, me saca de mis casillas, no la soporto.

-No sabía que os llevabais mal- Dije sin entender aun lo que pasaba-No me dijo nada, bueno, no hablamos mucho de todo esto la verdad.

-El odio es mutuo- dijo seria- viene de la época en la que éramos aprendices, era una constante disputa por ver quien era mejor, en todo- resaltó- y todo empeoró cuando me ascendieron. Pero da igual eso ahora- dijo cambiando de tema- Siento haber sido tan borde, supongo que tienes bastante que preguntar, así que vamos, monta, hablaremos por el camino.

-Asi que Ariadna es tu nombre real...-Dije reflexionando- Por que usas entonces el de Mia?

-Para empezar no me gusta.

-Pero si es precioso- interrumpí. Me dio un puñetazo en el hombro

-No me interrumpas- dijo- el nombre es una versión digamos moderna del nombre de mi abuela, Arndis, es en nordico antiguo y Ari también, solo que es nombre de hombre.

-Asi que tienes nombre de hombre...-dije despacio- es lo único que tienes de hombre?- solté burlándome.

-No, también tengo un pene enorme- dijo mirándome seria.

Nos empezamos a reír, seguimos el resto del camino hablando de temas sin importancia y riendo sin parar, disfrutaba muchísimo de su compañía. La verdad era increíble, hacia escasas semanas que la conocía pero me sentía muy a gusto con ella, habíamos conectado, y era una sensación extraña y a la vez reconfortante.

No te enamores de la pelirroja, está fuera de tu alcance.

No me enamoro, ya no hago esas cosas.

Recuerda que estoy en tu cabeza, se lo que hay en ella.

Dios, desaparece pesado.

Yo solo te aviso.

Que desaparezcas.

-Hemos llegado- dijo parando- toma esto- me dio una piedra verde con una runa gravada- es un ingenio de los de la familia del águila, crea un portal directo a la base, tranquilo, es mas seguro que uno hecho por ellos, es magia de los fundadores.

-No sé si eso hace que me sienta más seguro- dije dudando- bueno, nos vemos mañana entonces?

-Eso espero, cuando llegues a la base dame un toque y te acompañaré hasta tu entrenamiento con Lucian.

-Vale-dije, me quede mirándola, era preciosa eso no se podía negar. Nuestras miradas se cruzaron y sentí como el mundo se paralizaba, me perdí en sus ojos, en su mirada, me atrapaba y me atraía, sentí ganas de besarla.

Mierda, odio cuando tienes razón.

Te lo dije.

-Bueno, hasta mañana- dije saliendo a toda prisa del coche, me pareció que decía algo pero estaba demasiado ocupado ocultando mi idiotez como para darme cuenta de que era. Subí a casa a toda prisa, entré y me quedé apoyado en la puerta.

-Que pasa, algún novio cabreado?-Dijo David mirándome.

-No, eses suelen venir a por ti, yo me fijo más en con quien me lio caramemo- dije riendo mientras pasaba por su lado para ir a mi habitación.

-Oye! No vas a contarme que ha pasado este fin de semana?- pregunto haciéndose el ofendido- me tienes abandonado- gimoteó

-Mañana, ahora necesito ducharme y dormir 14 horas-dije, la verdad es que después de todo lo que había pasado estaba exhausto, tanto física como psicológicamente.

-Pues no vas a poder, mañana tienes examen de psicología de la personalidad, recuerdas?-dijo David preocupado.

-Mierda, no he estudiado a penas- corrí a mi cuarto y me encerré entre libros y apuntes.

zPT