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Daejeon, Corea del Sur. 7 años.

Pequeños coches chocaban de aquí allá, en la alfombra de una gran sala de estar. Agarraba un coche, lo hacía rodar por un rato y luego lo chocaba con otro, me mantuve así hasta que alguien se acercó a mí y llamó mi atención. La voz que se escuchaba era una amable y tranquila que decía mi nombre.

Era mi madre.

Me acerqué a ella estirando los brazos y ella hizo lo mismo, me alzó y me sentó en su regazo. Mientras me abrazaba, mencionaba sobre una amiga de ella—quién ahora era nuestra vecina—que tenía un hijo con el cual vendría en un rato.

Me entusiasme y comencé a recoger todos los coches para llevarlos a mi habitación. Una vez que mi habitación ya no se encontraba en mal estado, bajé las escaleras y en el último escalón tropecé.

Cerré los ojos esperando el golpe del suelo pero no fue así, lentamente abrí los ojos y me encontré con un chico de mirada gatuna que había prevenido mi caída.

Eras tú.

Esa misma tarde, luego de agradecerte me dijiste tu nombre, Kim MinSeok. Bromeé un rato diciendo de que serías mi nuevo hermano por tu apellido, luego pasamos lo que restaba del tiempo entre juegos y bromas.

Kim MinSeok era mi nuevo amigo.

Antes de irte te hice prometer que vendrías al día siguiente. Tú aceptaste, me lo prometiste.

Al día siguiente supe que habías cumplido la promesa. Te recibí con una gran sonrisa y un abrazo. Ese mismo día te dije que serías mi mejor amigo y tú, con una sonrisa, respondiste que yo igual sería tu mejor amigo.

En mi habitación sentados en el suelo, descubrimos que teníamos muchas cosas en común así que pregunté; "¿Mejores amigos?" con una ligera sonrisa mientras alzaba mi meñique, tú uniste tu meñique con el mío y respondiste un; "Por siempre" junto con una dulce sonrisa.

Ambos sonreímos.

"¿Lo prometes?"
"Lo prometo."

˗ˏˋHeaven➳ ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora