Dia Cinco //Cita\\

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— El día es hermoso ¿verdad, Eak? — Miro a su novio con una sonrisa, lo que decía era verdad.

— Si, supongo. — Respondió el menor, quien solo apreciaba a su contrario.

— Podemos ir al parque o al museo, o a el cine ¿A dónde quieres ir?

— E-Eh... — Pensó por un momento e inmediatamente se sonrojó levemente. — A-Al Lago.

— ¡Okey! Jeje, entonces debemos ir por el metro, vamos rápido antes de que se llene de gente.

— Ah cierto, vamos.

Así los dos empezaron a correr hacia el mencionado sitio y, para su suerte, estaba algo vacío, habían personas pero no muchas, así que pasaron esos minutos esperando el tren tranquilos; hablaban de cosas variadas, reían y en ocasiones se sonrojaban —Más el menor—. Ya cuando llegó el transporte entraron y a continuación tomaron asiento en dos puestos vacíos, en el vagón, a parte de ellos, se encontraban dos niños, uno de 7 años y la niña de 4 años, ambos llevaban ropa algo gastada, lo que daba la impresión de que no eran de un estatus social tanto alto como medio, sino bajo.

— Que lindos, niños. — murmuró el mayor de cabellera naranja mirando a esos dos pequeños.

— Si, lo son. — Dijo el mayor con una sonrisa pequeña, que, al igual que su contrario, los miraba.

Los dos jóvenes, al notar la mirada de esos chicos, lentamente se acercaron, una con inocentes y lindas intenciones y otro con intenciones desconfiadas.

— ¿Qué nos ven? — Pregunto enojado el Niño, observando a los mayores con una mirada sería mientras ponía a su hermana detrás de él, protegiéndola.

— No es nada, tranquilo. — Hablo Eak con una voz algo suave, iba a tocar el cabello del niño con intenciones de sacudirlos, pero recibió un golpe en ellas antes de hacer su acción planeada. — ¡Oye!

— ¡Callate, anciano!

— ¡No soy un anciano, pequeño mocoso!

— ¡Tu cabello dice lo contrario! — Respondió sacando su lengua haciéndole burla al peli-gris.

— Uno aquí intentando ser amable pero tú vienes y la cagas, maldito desgraciado niño. — Dijo enojado apuntando el chico en frente suyo, luego volteo hacia su novio, quien aguantaba la risa. — ¡Y tú deja de reír!

— Yo no estoy haciendo nada. — hablo inocente el peli-anaranjado.

— ¡Callate!

— ¡Aparte de anciano, quejón!

— ¡Maldito Niñato de Mierda!

— ¡Eak, ya cállate hay una niña aquí! — Exclamó el mayor de todos al notar a la pequeña que escuchaba la conversación algo asustada.

Todos quedaron como estatuas mirando a la niña, como un vídeo en pausa, el primero en actuar fue Eak, quien empezó a hablar.

— Lo siento. — Dijo agachando la mirada, estaba algo avergonzado.

— Yo... Lo siento por la actitud de mi hermano. — Dijo la niña acercándose al adolescente de pelo gris. — El es así.

— Ya veo.

Estación "Flores"

— Aquí nos vamos. — Dijo la pequeña agarrando la mano de su hermano y saliendo del vagón. — ¡Suerte en su relación! — Exclamó con una risita dulce haciendo sonrojar de sobremanera al adolescente de 16 años y hacer reír al de 17.

— Esa niña sabe. — Decía entre risas Towntrap.

— Supongo.

El trayecto lo siguieron normal, normal como toda pareja, entre risitas, mimos y abrazos.

Estación "Lago Brillante"

Los dos chicos salieron del tren y se encaminaron al parque, pero un carrito de tacos interrumpió su caminata.

— ¡Quiero un taco de carne con la salsa más picante que tenga! — Exclamó el menor pidiendo su orden con una sonrisa desafiante.

— E-Está Bien. — Tartamudeo el señor encargado del carrito extrañado por esa orden.

— Yo quiero un taco vegetariano. — Ordenó esta vez el chico de cabellera anaranjada entregando un par de billetes al señor.

— Si. — Dijo agarrando el dinero amablemente.

El señor con tranquilidad empezó a preparar los correspondientes y pedidos tacos, lo que duró al rededor de 5 minutos.

— Aquí tienen, disfruten. — Les entregó sus pedidos y, sin mas, los dos jóvenes caminaron hacia un banco alejado de la gente para estar en paz.

— Mmm... Está rico ¿quieres probar? — Pregunto Towntrap a su novio mientras le regalaba una sonrisa llena de comida.

— Mmm... No.

— Oh vamos, prueba vegetales al menos una vez en toda tu vida. — Le dijo intentando convencerlo, lo que, sorpresivamente, logro.

— Si te hace feliz. — Hablo algo fastidiado mientras rodaba los ojos.

Volteo a ver al peli-naranja, pero se encontró con el taco, algo mordido. Miro al mayor que tenia una sonrisa algo impaciente, solo suspiro y sin más le dio un mordisco al taco vegetariano, se sonrojo de sobremanera al notar que el mayor le había dado de comer, o algo por el estilo, estaba algo avergonzado y su corazón acelerado, ignorando por completo el sabor de los vegetales.

— ¿Que tal? — Pregunto Towntrap esperando la respuesta de su contrario.

— ¿Mm? — Reacciono, por suerte aun tenia comida en la boca por lo que empezó a saborearla y, algo atónito, degustandola, finalmente trago. — Esta bueno.

— Jeje, lo sabia.

— Ahora prueba tu el mio. — Hablo con una mirada maliciosa. — Vamos, prueba carne al menos una vez en toda tu vida.

— E-Esta Bien. — Dijo algo dudoso, el menor le dio el taco a medio comer para luego morderlo, saboreaba la carne y debía admitir que no estaba mal, hasta que sintió como su lengua empezaba a arder, como toda su boca empezaba a arder. — ¡Waaaaa! ¡¿Que es esto?!

— Salsa picante. — Río levemente, miro a su contrario y este tenia la cara toda roja con una mueca que lo preocupo. — Vamos a la cafetería, de seguro podrán darnos algo de leche. — Dijo levantándose de la banca, terminando de comer rápidamente su taco y ayudando a su novio a levantarse. Ya se había vengado, pero ahora tenia que ayudarlo.

Caminaron a la cafetería mas cercana en donde pidieron a la señora un baso de leche, con el que Towntrap logro acabar la quemadura de su boca.

— Uff, que alivio. — Dijo towntrap al sentir su cavidad bucal normal.

— Jeje ¿Venganza, carnal?

— No fue divertido.

— para mi si, ahora vamos que quiero ir al lago. — Dicho esto se sonrojo apartando la mirada hacia el parque.

— Vamos.

Así ambos empezaron a caminar devuelta al parque, hicieron una larga caminata para llegar al lugar donde quería ir Eak y que los dos conocían muy bien.

El menor miro por unos momentos a su contrario, luego miro la mano de este y, con un tono fresa en sus mejillas, la agarro entrelazandola con la suya, por supuesto que el mayor se sorprendió, pero prefería gozar de esos momentos así y no dijo nada.

Tuvieron un día agitado, bueno al principio lo fue, pero del resto fue lo opuesto. Mentiría si dijera que no se divirtieron y le disgustaron, porque no fue así. Lo único que les importaba era estar juntos y lo estaban.

Ese día jamas lo olvidarían.





Uff otra más jeje esto es divertido :D

El próximo es otro de mis favoritos :)

Always Together #EaktrapWeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora