Mudanza🙇

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Mi madre ha sido contratada en una lujosa empresa de diseño de interiores en California y nos ha traído con ella. Mi padre tuvo que dejar su trabajo, Mi hermano y yo a nuestros amigos en República Dominicana.

Fue muy duro despedirnos de ellos y de mis abuelos. Por lo menos a mi hermano y a mi no nos habían inscrito en ningún colegio o escuela, hubiera sido aún más difícil y triste.

Cuando llegamos a California todo era muy diferente, pasamos de sencillos a extravagante. No es que no me guste estar aquí pero esto fue un cambio muy drástico en nuestra vida.

Hace una semana nos terminamos de mudar y ya conocía varios vecinos que habían venido para darnos la "Bienvenida" a su residencial. Son personas muy agradables y sus hijos e hijas son muy simpáticos.

-Mamá ¿podrías decirme donde se encuentran mis dibujos?- dije mientras caminaba de mi cuarto al de mi madre.

-No se querida. Pregúntale a tu hermano o a tu hermanita, creo que los vi con algunos en la sala.- dice mi madre Grace.

-¡Gracias mami!- le dije mientras bajaba la escalera para dirigirme hacia donde se encontraban parte de mis tormentos. "Mis hermanos"

Cuando llegué a la sala se sobresaltaron al verme y trataron ocultar mi carpeta de dibujos. ¡Estúpidos entrometidos! Rápido se los quite y comencé a darles unos buenos insultos por atrevidos.

-Tranquila pequeño taponcito- dice Jeicol mi hermano mayor. Sabía cuánto detesto ese tonto sobrenombre. Solo lo hacía para enojarme más, pero lo ignoré y me dirigí hacia mi habitación a guardar mi carpeta en un lugar donde esos intrusos no lo encontrarán. Y no es que tenga que ocultar algo malo, solo no me gusta que invadan mi privacidad sin mi consentimiento.

........

Cuando termine de arreglar mi habitación y poner todo en orden, asegurando que no me faltará nada, baje a merendar algo. Y me encontré con mi madre haciendo una rica merienda, la cual no pensé ni un segundo en comérmela rápidamente para poder salir a dar una vuelta para librarme un poco de mis hermanos.

Al salir todo estaba callado lo cual me pareció por un lado muy cómodo, pero a la vez extraño. Ya que donde vivía siempre había algo nuevo en el residencial y habían muchos niños jugando. Ya extrañaba todo eso. A lo lejos pude ver un grupo de chicos con unos patines en la calle. Eso me dio una idea de como poder conseguir amistades. Recordé que mis primos me habían comprado dos pares de patines, con la excusa de que los iba a necesitar en algún momento. Ellos sabían que eso me hacia despejar mi mente y me divertía mucho.
Cuando salí en los patines pude ver que unos de ellos venía en dirección contraria a la mía, lo cual me emociono y casi caigo -muy torpe de mi parte- el se dio cuenta y trato de alcanzarme para evitar que me diera un golpe en la cara con el poste que estaba frente a mí.
El llegó a mi encuentro y se paró frente a mí dando un rápido giro para que chocara con el.

-¡Hey! ¿estás bien?- dijo el chico mientras me soltaba. Pues tuvo que retenerme y frenar sus patines para que ambos no chocaramos con el poste.

-Mmm. Sí, muchas gracias

-No hay de que. Casi chocas y no quisiera ver como quedarías con el impacto. Tienes que tener mucho cuidado- dijo, y me miro como examinandome y finalmente me miro nuevamente la cara- ¿Eres la nueva vecina?

-Sí. Hola soy Lizza Aquino- dije mientras me alejaba un poco de el.

-Mucho gusto Lizza Aquino soy Jason Martínez. Y te doy la bienvenida a este aburrido y callado residencial- dijo en forma burlona. Ambos reímos, me invitó a ir con su demás amigos, después que lo llamaron. ¡Buen comienzo para formar amistades!

Una nueva aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora