Cristiano abandona su camino engañado por Sabio-según-el-mundo; pero Evangelista le sale al encuentro, y le pone otra vez en el mismo camino.
------------------Cristiano, aunque solo ya, emprendió con buen ánimo su marcha, y vio venir hacia sí, por medio de la llanura a uno que al poco trecho se encontró con él en el punto en que se cruzaban sus respectivas direcciones. Se llamaba Sabio-según-el-mundo, y habitaba en una ciudad llamada Prudencia-carnal, ciudad de importancia, a poca distancia de la ciudad de Destrucción. Había oído hablar de Cristiano, pues su salida de la ciudad había hecho mucho ruido por todas partes, y viéndole ahora caminar tan fatigado por su carga, y oyendo sus gemidos y suspiros, trabó con él la siguiente conversación:
SABIO. - Bien hallado seas, buen amigo; ¿adonde se va con esa pesada carga?
CRIST. - En verdad que es pesada; tanto, que, en mi sentir, nadie jamás la ha llevado igual. Me dirijo a la puerta angosta, que está allá delante, pues se me ha informado que allí me comunicarán el modo de deshacerme de ella.
SAB. - ¿Tienes mujer e hijos?
CRIST. - Sí, los tengo; pero esta carga me preocupa y me abruma tanto, que no siento ya en ellos el placer que antes tenía, y apenas tengo conciencia de tenerlos.
SAB. - Vamos, escúchame, que creo poder darte muy buenos consejos sobre la materia.
CRIST. - Con mucho gusto, pues estoy muy necesitado de ellos.
SAB. - Mi primer consejo es que cuanto antes te deshagas de esa carga; mientras así no lo hagas, tu espíritu carecerá de tranquilidad, y no te será posible gozar, como corresponde, de las bendiciones que te ha concedido el Señor.
CRIST. - Eso es precisamente lo que voy buscando, pues ni yo puedo hacerlo por mí mismo, ni se encuentra en nuestro país quien pueda; he aquí lo que me ha movido emprender este camino en busca de tanta ventura.
SAB. - ¿Quién te lo ha aconsejado?
CRIST. - Una persona al parecer muy respetable y digna de consideración. Recuerdo que se llamaba Evangelista.
SAB. - Maldición sobre él por tal consejo. Precisamente este camino es el más molesto y peligroso del mundo. ¿No has empezado ya a experimentarlo? Te veo ya lleno del lodo del Pantano del Desaliento, y cuenta que eso no es más que el primer eslabón de la cadena de males que por tal camino te esperan. Soy más viejo que tú, y he oído a muchos dar testimonio en sus personas de que en él encuentran cansancio, penalidades, hambre, peligros, cuchillo, desnudez, leones, dragones, tinieblas, en una palabra: muerte con todos sus horrores. Créeme: ¿por qué se ha e perder un hombre por dar oídos a un extraño?
CRIST. - Señor mío: de muy buen grado sufriría yo cuanto usted acaba de decirme a cambio de verme libre de esta carga, más pesada y más terrible para mí que todo eso.
SAB. - ¿Y cómo vino sobre ti esa carga?
CRIST. - Leyendo este libro que tengo en mis manos.
SAB. - Ya me lo figuraba yo así. Uno de tantos imbéciles, que por meterse en cosas para ustedes demasiado elevadas, vienen a dar en tales dificultades, que les trastornan el seso, y los arrastran a aventuras desesperadas para lograr una cosa que ni aun saben lo que es.
CRIST. - Pues yo por mi parte sé muy bien lo que quiero, es echar de mí tan pesada carga.
SAB. - Lo comprendo, sí; pero, ¿por qué has de buscarlo por un camino tan peligroso, cuando yo puedo enseñarte otro sin ninguna de tales dificultades? Ten un poquito de paciencia y óyeme: mi remedio está a la mano, y en él, en lugar de peligros, hallarás seguridad, amigos y satisfacciones.
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El Progreso del Peregrino
Spiritual"El progreso del peregrino" es un libro escrito por John Bunyan. Relata la historia de un hombre llamado Cristiano que vive en un lugar llamado "la Ciudad de la Destrucción" donde encuentra un "Libro" que le muestra que si no encuentra la "Ciudad...