Alicia y la Cima de las Nubes

Conozco al Sombrerero

-¿Y qué es lo que voy a hacer ahora?-Suspiré, sentándome debajo de un árbol azul con puntos amarillos.

-Ver al sombrerero, claro- Susurró una voz detrás de mí, con un tono juguetón y con una marca de ser la voz de una mujer.

-¿Quien está ahí?- Pregunté mirando a todos lados- ¡¡Déjate ver!!

-¿No reconoces a un ser querido cuando lo ves, querida?- dijo la mujer, apareciendo enfrente de mí, era una mujer con aspecto de gato negro, y en el cuello llevaba un collar para gatos con la descripción "Sonrisas", y ella misma mostraba una sonrisa amplia y afilada.

-¿Sonrisas? Pero ese es el nombre de mi gatita, ¿ no la has visto?- Cuestioné yo, sin entender del todo que la mujer/gato que estaba enfrente de mí era nada más ni nada menos que mi linda mascota.

-La estás viendo, bienvenida a La cima de las nubes, donde "Todos tus sueños se hacen realidad" y un montón de bobadas como esas, en fin, en pocas palabras la reina me ha mandado a tu mundo para protegerte por algo que no me quiso decir, y ahora estas aquí, ¿curioso no? Ahora vámonos, que quiero descansar de una vez por todas- decía la chica, la cual decía ser mi mascota y hablaba demasiado rápido como para entenderle un bledo.

"Tranquila Alicia, es sólo un sueño, un sueño del que tienes que despertar"

Tengo problemas de orientación, en especial cuando todo pasa muy rápido, es demasiado para digerir, y hay ocasiones en las que me pierdo, ¿Por qué lo menciono?

Por qué lo siguiente que recuerdo es estar frente a un chico de al menos 2 años mayor que yo (y yo tengo 12) con un grande sombrero, que a él le queda grande, unos ojos de color... ¿naranja? ¿Acaso verde? ¿O tal vez amarillo? Era difícil saberlo con el tono del cielo en ese momento. Y largo cabello negro como la noche atado en una coleta baja y más alto que yo por al menos una cabeza, y tampoco es que yo sea muy alta.

-¡Sonrisas! Te necesito, la reina te ha estado buscando por todas partes, dice que si no llegas en 15 minutos te cortara en 2!- Dijo aquel chico de la mirada naranja, sin siquiera mirarme y causando una expresión de cansancio en su rostro.

-¡Desearía poder yo cortarla a ella en 2!- Con expresión enojada, resopló, luego levanto mi brazo de la muñeca de la cual me tenía agarrada- Y tengo que llevar a esta...chica con ella.

Los ojos del chico se iluminaron, sonrió amistosamente y me cogió la mano libre, estrechándola fuertemente.

-Un gusto, hace mucho que no veo a personas como yo, llámame Sombrerero- Sonriente, volvió su mirada a Sonrisas, la cual solo rodo los ojos.

-¿Puedes llevarnos, Cabeza de sombrero?

-Claro que puedo-Exclamó encantado el sombrerero, chiflando con los dedos y delante de nosotros aprecio un caballo que extrañamente (estando en un mundo como este) no tenía puntos raros, o colores extravagantes, solo era un caballo color blanco, que relinchaba. Subimos al caballo los tres, en el acto ladeándole un poco el sombrero al susodicho.

-Por cierto, s-soy Alicia- Tartamudeé yo, sujetándome para no caer.

-Un gusto, Alicia- Saludó el sombrerero, sonriendo una vez más para arrancar cabalgando con Sonrisas y yo arriba.

Durante el camino el suelo de nubes se fue transformando, dejándonos en lo que me gustaría llamar "tierra firme". Sin embrago el paisaje se fue transformando, marchitando, a lo lejos se vio un gran castillo de color verde viejo con los años, lleno de pastos de tréboles secos.

-La Reina de Tréboles, es mejor que tengas cuidado, este es un lugar de mala suerte para quienes no se cuidan, y no te confíes...fue capaz de exiliar a su propio hijo, dicen que se hizo loco y murió en el bosque.....-Me susurro sombrerero mientras pasábamos a todo galope los jardines muertos.

-¿Murió?-Pregunté, sintiendo escalofríos, ese lugar daba miedo y no estaba dispuesta a quedarme.

-Tal vez, o solo se volvió loco-mostró una cara desanimada, pero volvió a sonreír.