Cerré de un portazo saliendo echando humo de la habitación, pero cuando lo hice no contaba con que tres intrusos estaban fuera de esta eran Taehyung, Jimin y Jungkook, me detuve de golpe.
—¿Qué hacen aquí? —pregunte con nerviosismo, ellos solo me miraron sorprendidos.
—¿Problemas? —pregunto Jungkook
—¿Primer pelea de pareja? —dijo Taehyung.
—¿Qué estas diciendo? No es nada de eso.
—Se escucharon sus gritos hasta la sala— dijo Jimin.
—Trio de importosos ¿Qué hacen aquí? —llego Namjoon junto a Hoseok— Preocúpense de sus propias cosas ¡anden! —los tres chicos corrieron riendo a carcajadas.
—¿Estas bien? —pregunto Hoseok, lo mire con tristeza.
—Iré a Big Hit, Bang PD-nim me necesita— dijo Namjoon dando una palmada en el hombro de Hoseok, este asintió.
—Sí, ve con cuidado— Namjoon respondió un “si” dejándonos solos a Hoseok y a mí.
—Ven aquí— Hoseok me tomo de la mano y me llevo hacia su habitación cerrando la puerta detrás de el— ¿Qué fue lo que paso? —pregunto, yo baje la vista.
—¿Lo escuchaste?
—¿Cómo no hacerlo? Creo que se escuchó hasta afuera.
—Jin está enojado conmigo.
—¿Por qué?
—No lo sé, no me lo dijo— mire hacia el suelo— Solo dijo que ver mi rostro ahora le irritaba más.
—Ah… este chico— Hoseok suspiro.
—¿Qué pasa? —pregunte, el me miro.
—No planeaba decírtelo, tenía la esperanza de que lo descubrieras sola.
—¿Decirme que? —pregunte, el dudo.
—No sé si sea bueno hacer esto.
—Hobi…
—De acuerdo, lo diré, pero no me tomes como loco o te burles ¿de acuerdo?
—No lo hare.
—¿Lo prometes?
—Sí.
—De acuerdo, ven— me tomo de ambas manos e hizo que me sentara en la cama junto a el— Yo… he estado pensando, por las cosas que he visto que…
—Que…
—Que posiblemente… Jin siente cierta atracción hacia ti— sin querer comencé a reírme a carcajadas por lo que había dicho Hoseok— Oye, lo prometiste.
—Lo siento, lo siento— dije aun riendo— Pero Hobi, eso es imposible.
—¿Cómo lo sabes?
—Por lógica, él es guapo yo soy horrenda, él es famoso y yo soy una simple extranjera que vino a estudiar a Corea, son dos mundos completamente diferentes.
—No eres horrenda.
—Eso es lo que tú piensas.
—No creo que solo lo piense yo.
—Está bien, supongamos que no soy horrenda, pero eso no quita que soy una persona común y corriente, en cambio él tiene talentos.
—¿Y eso que tiene que ver? —pregunto incrédulo— Aunque las cosas sean así el sigue siendo un ser humano.
