Un amor imposible (Jos Canela)

Capitulo 41: Impedimento

Narra Jos:

Aún me encontraba mirando sus hermosos ojos mientras seguíamos tomados de las manos, nuestros rostros se iban acercando poco a poco, las miradas de todos estaban sobre nosotros pero por lo que veo los buenos momentos suelen interrumpirse bastante seguido en mi vida

-Sara ayúdame con esto?- ambos nos separamos de golpe, levante la mirada y la verdad era quien yo esperaba

-que oportuno- dijo entre dientes pero logre escucharla -¿que es lo que se te ofrece Andrés?- contestó Sara con un semblante molesto pero fingiendo una sonrisa

-ayudame a lavar esto- le dio una cubeta con brochas y ella solo lo tomó bruscamente y salió fuera

Acaso no podía hacerlo el o no había la suficiente cantidad de personas en este lugar como para que le dijera a alguien más?, esto era totalmente absurdo.

La sangre me estaba hirviendo  del coraje, solo a el se le puede ocurrir interrumpir un momento así y además por lo que veía en la expresión de todos los demás no era el único que esperaba ese beso.

Yo seguía ahí sentado con las manos recargadas en el sofa, todos me observaban, aún consternado giré la vista hacia aquel chico que seguía su "trabajo" como sin nada, todos hicieron lo mismo hasta que milagrosamente sintió las miradas.

-¿qué? ¿porqué me miran tanto? Vamos! que aún hay trabajo que hacer ya después habrá otro break- todos aun lo observaban, unos más asombrados que otros por su talento para ignorar la situación pero también veían que yo ardía por dentro

Se escucharon unas palmas -bueno chicos ya es suficiente, todos vuelvan a su trabajo- yo solo agradecí a Sasha por quitar el ambiente tenso que se estaba acumulando cada vez más en este lugar auque eso no me quita el coraje para nada

Preferí seguir como si nada hubiera pasado, como si no hubiera querido dar ese beso, como si no quisiera romperle la cara a Andrés, solo terminé de arreglar lo que me faltaba y salí a tomar aire antes de que mi poca tranquilidad y paz interior se acabara por completo, temo que ese momento llegará pronto si me siguen pasando este tipo de cosas.

Encontré un buen árbol y me recargué en el y al rato ya estaba sentado bajo su sombra.

-estas bien?- se escuchó la voz de Sara a mis espaldas. Mire al césped y lancé una sonrisa al aire y volví a incorporarme para mirarla a un lado mío. Quería decirle que no, que no estaba bien, que el enojo me estaba consumiendo porque quería besarla tenía tantas ganas de darle un beso y que ella me corespondiera pero no, no era lo suficiente valiente como para decírselo, para mi desgracia todo tenía como base la cobardía y nada más

Miré para otro lado y le contesté-claro porque no habría de estarlo?- señoras y señores con ustedes.... ¡la contestación más falsa de mi vida!

-bueno, te saliste, pensé que te sentías mal o algo así- su preocupación era fingida igual que mis palabras, ella y yo sabíamos que ambos no estabamos bien.

En algo coincidimos no?

-no te preucupes, solo salí a tomar un poco de aire ya sabes...- ella me miró nada convencida obviamente y volvió a perder la vista hacia otro lado

-oh claro aveces la pintura marea... Me ha pasado, creo...

-si eso fue pero ya estoy bien- le seguí la corriente, aunque se notaba que ella también me seguía el cuento a mi

-bueno... entonces entra cuando te sientas mejor- sugirió mirándome pero rápidamente apartó su vista y de nuevo busco otro punto para mirar y entonces yo me giré y aproveche para verla -creo que todo esto es por mi así que tengo que volver o si no alguien empezará a buscarnos- estaba por levantarse cuando sin pensarlo tome su muñeca para evitar que se marchara -espera- de inmediato me miró confundida y por primera vez en lugar de tartamudear o decir alguna estúpides hablé correctamente.