"No me olvides" SansxFrisk

Final Alternativo: Cita

Si, tenían esa cita pendiente.

Frisk se acercó al puesto de vigilancia de Sans en la entrada a Waterfall sin saber que decirle.

En esa partida aún no le había hablado.

-Hola chica, -Dijo Sans, amistoso como siempre.- Estoy en mi descanso ahora, ¿Quieres ir a Grilbys conmigo?

Frisk se sonrojó de inmediato con su pregunta. Era lo mismo que le pensaba decir ella.
Intentó no ilusionarse, era imposible que alguien recordara su partida perdida... Sin embargo, prefirió pensar que el destino le regalaba esa cita a cambio de sus penas.

-¿Como una cita? -Dijo la niña, mientras le sonreía con inocencia.

-Eh... s-si, claro... una cita... -Respondió Sans, impactado y algo nervioso.

-Niña, pensé que te había comido la lengua el ratón...

-Jajaja, -Rió Frisk. - a veces las palabras sobran.

La mirada sonriente y confundida de Sans le devolvió la tristeza a Frisk. Estaba feliz de poder salir con él, pero deseaba con toda su alma que recordara los buenos momentos que vivieron juntos... Que se diera cuenta de que lo quería.

-Bueno, ven por aquí, conozco un atajo. -Dijo el esqueleto moviéndose de su lugar.

Al llegar a la siguiente esquina, Sans tomó su mano, sonriendo, y la abrazó sujetándole la cabeza con la otra mano. Todo dio vueltas y luego aparecieron en la entrada del bar de Grilbys.

Frisk se sintió muy débil. Sans la había sujetado para que el viaje no la dejara tan mal. Fue todo tan repentino que la chica ni siquiera disfrutó de su abrazo.

Ahora entendía porqué su amigo era tan rápido.

Al alejarla un poco de él, Sans le apretó la mano y sostuvo su mirada con la ella unos segundos. Su expresión era de sorpresa, pero a la vez de pesar... ¿Qué pasaba por su mente en ese momento? Frisk sintió un cosquilleo en la piel al apretar su mano como respuesta y las mariposas en su estomago la atacaron sin piedad.

Sans reaccionó al fin y le sonrió como siempre mientras soltaba su mano.

-Un atajo rápido ¿No? -Dijo el esqueleto para relajar el ambiente.

Todos en el lugar conocían al joven monstruo, las risas brotaron con pequeñas conversaciones y el ambiente de alegría recuperó la energía de la chica.

Sans la invitó a sentarse a su lado.

Prrrrrrr. 

Nuevamente había caído en la broma de su amigo. Quitó el cojín pedorro de su silla y lo dejó a un lado tratando de que su sonrojo pasara desapercibido.

-¿Qué quieres comer? -Preguntó el esqueleto después de reír de su broma.

-Papas Fritas está bien. -Dijo Frisk.

-Suena genial. Grilby, dos porciones de papas aquí.

La chica comenzó a ponerse nerviosa, la mano de hueso estaba muy cerca de la suya y aún sentía el calor de sostenerla hace unos momentos. Sans le revolvió el cabello al sentir que estaba tensa, y luego se dispuso a buscar ketchup entre su ropa. Grilby volvió poco después con las papas.

-¿Quieres? -Dijo poniéndole el pote en la mano. -Que aproveche.

Para sorpresa de Frisk, la tapa cayó y todo el ketchup se desparramó en sus papas. Sans sólo veía el espectáculo.

-Oh... -Dijo reaccionando. -Toma las mías, no tengo hambre.

La niña intercambió los platos de papas, así su amigo disfrutaría del ketchup y ella aún podía untar las suyas en el plato de su amigo... Si no era muy incomodo.