Decisión

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Quería más.

Frisk volvió a mirar directamente a los ojos de Sans y luego fijó su mirada en su lengua aún activa. En el fondo deseaba que volviera a hacerle algo así, no quería más dolor, y su tacto parecía tener una magia relajante.

Al notar su mirada, el esqueleto sonrió y volvió a acercar su rostro con ojos encendidos, sujetándole del mentón para evitar que escapara. Al tocar su labio inferior con la lengua, Frisk abrió su boca de forma inconsciente para pedir más.

Se sentía muy bien.  

Sans, complacido, continuó lamiendo el borde de su boca mientras disfrutaba de las expresiones de placer de su victima. Ahora conocía una forma distinta de torturarle, cumplía sus deseos sin provocarle dolor.

De pronto, el opresor sintió un tacto distinto, algo húmedo tocaba su lengua sin su permiso. Al alejarse un poco, descubrió que Frisk estaba usando también su lengua y lo miraba con deseo y cansancio para que volviera. ¿Desde cuando tenía permitido hacer algo por su cuenta?

Ignorando su atrevimiento y divertido por el control que ya tenía sobre su victima, Sans se acercó otra vez para volver a su juego. Las manos humanas de pronto lo sujetaron de la ropa, aunque estaban atadas aún podían actuar con fuerza para atraerlo.

¿Ahora quién dominaba a quién?

La lengua humana volvió a intervenir en la boca del esqueleto, esta vez él se encontraba desconcertado y confundido. Al topar la otra lengua, tomó más valor y usó sus labios para besar los dientes de Sans (que normalmente le asustaban) y continuar con sus juegos. Sentía placer y confianza, sentía que había recuperado su autonomía para tomar decisiones y se sentía libre aunque sus extremidades siguieran atadas.

Sans rechazó sus besos y se alejó, dió unas vueltas por la habitación y luego le miró con ira. Odiaba no entender nada.

-¿Qué estas haciendo? -Preguntó indignado y levantando a su victima del suelo con magia. -¡Yo hago lo que quiera contigo! ¡No al revés!

-N-No... ¿No te gustó? -Preguntó Frisk temblando.

Sans se acercó y movió el cabello en su cuello para dejarlo libre. Acercó rostro, respiró sobre su piel, lo lamió suavemente provocando un escalofrío y luego mordió con fuerza. Pequeñas gotas de sangre comenzaron a caer de las heridas y su víctima volvió a llorar de dolor.

-¿P-Por qué haces esto? -Le enfrentó ahora con más determinación y lágrimas en los ojos.

-¿Tu sabes lo que es el cariño? -Preguntó Sans. Al parecer sería sincero con su rehén.

-S-Si... ¿Por qué?

-¡Este mundo es matar o morir! -Dijo Sans mientras encendía sus ojos con fuerza y algo de tristeza. -... Nadie aquí conoce el cariño, por eso tú eres mi juguete. Verte tan frágil, hace que disfrute mucho estas visitas. -Replicó mientras acariciaba su cabello suavemente.

-P-Pero... ¿Q-Qué sentiste... ahora? -Preguntó Frisk con nerviosismo ante un posible golpe.

-No lo se... -Dijo otra vez enojado. -¡Y odio no saber!

-Pero... ¿Te dolió? -Preguntó intentando razonar con él.

-N-No... -Dijo calmándose, pero aún nervioso. -Era extraño.

-¿Se sentía algo... Aquí? -Preguntó mientras tocaba con sus manos su estomago.

El esqueleto volvió a molestarse. ¿Cómo podía alguien tan insignificante saber lo que él estaba sintiendo?

-Eso es bueno, -Replicó Frisk antes de que el esqueleto reaccionara mal. - significa que te agrada.

-¿Y por qué me agradaría algo que haces tú?

No te vayas - UnderfellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora