Hyde Park tan verde y hermoso como lo recordaba, el sol calentaba como pocas veces lo hacía y el galope lento y relajante del caballo relajaba mi mente, calmando todas aquellas emociones.
-¿No vas a decir nada? - April habló por primera vez que salimos de casa, ella parecía aún más nerviosa que yo.
-Digamos que no me esperaba una confesión como esa April, me has dejado anonadada - ella bajó la cabeza y apretó sus ojos. -¿Como estas segura de lo que dices? - ella no dice nada, permanece en silencio hasta que suspira.
-¿Te gusta Alejandro? - preguntó de repente sin mirarme siquiera. Que respondiera con una pregunta a otra pregunta me exasperaba.
-¿Qué? ¡No! -Respondo casi en un grito, y ella aprieta sus parpados.
-¿Y James? ¿Te gusta James? - sus ojos brillaban llenos de lágrimas, no sabia porque pero al verla a punto de romper a llorar solo arrugo más mi corazón.
- Tu hermano es un engreído, April. Y ni siquiera lo conozco lo suficiente para que pueda gustarme - ella se encogió de hombros con desgana.
- Oí una conversación entre James y Alejandro hace unos días, el hablaba de una mujer que conoció aquí mismo, y que iba a cortejarla. Ambas sabemos que esa mujer eres tu, lo oí decir que era sobrina de lady Remington - ella parecía al borde de las lágrimas. Eso solo machacaba aun más mi corazón.
- Pues si eso es verdad, lo rechazaré April, te aprecio y no voy a permitir que sufras por mi culpa, no me interesa Lord Starling - sus ojos reflejaban que no me creía ni un poco -Se que me conoces hace apenas un día, pero quiero que sepas que mi madre siempre decía que para un matrimonio lo esencial era estar enamorada, ella lo estuvo de mi padre. Yo quiero estarlo de mi esposo. Y créeme cuando te digo que Lord Starling no me interesa de esa forma - sus ojos al fin soltaron unas lágrimas y me sonrió.
- Sabes Savannah, cuando los oí hablando te odie sin conocerte y cuando te presentaste en mi fiesta no pude evitar odiarte aun más porque eres hermosa, mas hermosa que cualquier chica que haya visto antes, y no pude evitar tratar de encontrar algo mal en ti, pero no tienes nada mal en ti. Tu no eres como las demás mujeres de Londres, tu eres diferente, eres dulce, y atenta... aunque admito que me caíste mejor cuando soltaste todo eso en contra de Amanda Morrison - ella tomó mi mano y le dio un pequeño apretón. -Lamento si fui hostil contigo - bajo sus ojos una vez más - Quiero que seamos amigas - dijo secando sus lágrimas y mirándome.
-Yo creí que ya lo éramos, April - ella sonrió aún más y sus bonitos ojos brillaron - y tu eres hermosa April, mírate, jamás vi a alguien con tanta elegancia. Tienes más belleza en un cabello, que las demás chicas en todo el cuerpo - ella rió - no quiero que te deprimas por lord Starling, haremos que el se fije en ti, de alguna manera - ella abrió mucho los ojos y volvió a reír contagiándome a mi.
-Oh, pero. ¿Qué tenemos aquí? - La voz aguda de Lady Amanda nos hizo parar de reír - pero si es la ladrona sin modales junto a su nueva mascota - como detestaba a esa mujer. Era tan odiosa que alteraba mi paz mental.
- Hoy no estoy para tus trivialidades absurdas Amanda, April y yo. Tenemos un día muy ocupado - estábamos a punto de volver a marcharnos cuando ella habló de nuevo.
- Veo que se han hecho cercanas, me alegro... así podrán hacerse compañía la una a la otra, porque nadie se acercara a ustedes cuando se sepa la verdad - ella sonrió con malicia.
-¿De qué hablas? - dijo April mirándola extrañada.
-¿Qué? Creían que nadie sabía que ustedes, Una desvergonzada sin modales y la mujer más fea de Londres harían lo que fuese posible por conseguir un esposo, hasta un escándalo serían capaces de armar con la intención de casarse - ella no dejaba de sonreír desde su montura.

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Hermosa Condena (Libro #1)
Fiction HistoriqueSavannah Ainswoth hija del conde de Ibree era lo que la sociedad había titulado como ángel. Porque a su corta edad era una mujer con todas sus letras, era hermosa y delicada que con solo llevar un par de días en Londres todos los que la veían quedab...