Mi hermanastro.

||Capítulo 5; Mi hermanastro||

-¿Cris esta aquí? -Me preguntó Leo mientras metia su taza de leche en el microondas.

-Si -Baje la cabeza.

-¿Te pasa algo? -Volvió a preguntar.

-No, tranqui.

-Te conozco hermanito, y a ti te pasa algo.

-No -Sonreí falsamente- Estoy bien -Me rasque la nuca.

-Cuéntame -Dijo sentandose en frente mio con su taza de leche.

-Ayer salimos antes de la fiesta.

-¿Quién?

-Cris y yo.

-¿Y? ¿Se encontraba mal?

-La lleve a la playa.

-A la que nos llevaba papa. -Yo asentí- ¿Paso algo?

-Nos besamos.

-Leo empezó a toser por que se atragantó con la magdalena que estaba mojando en la leche- ¿Que has echo que?

-Buenos días -Dijo Cris que entraba a la cocina.

De repente Cris empezó a toser.

-¿Estás bien? -Pregunté.

-Si... solo tengo tos. -Sacó una taza de leche, y cuándo se volteó tenía la cara pálida.

-¿Seguro que estás bien? Te veo pálida.

-Solo estoy un poco mareada -Cogió su taza y se sentó en frente mio.

-Leo miró su reloj- Me voy, tengo que trabajar.

-Hasta después -Me despedí.

-Chao -Dijo Cris mientras tosia.

Deja de mirarle fijamente.

Le puse la mano en la frente y estaba ardiendo, sabía que tenía fiebre.

-Estás ardiendo -Fruncí el seño.

-Tendré un poco de fiebre.

-Me levante y la cogí en brazos, la deje en el sillón-

-Quedate ahí.

Hablale de lo que pasó a noche.

No quiero incomodarla.

No lo haras, ella quiere hablar de ello, solo que no sabe como empezar.

¿Como lo sabes?

No lo sé, es de suponer.

Fui a la cocina y cogí su desayuno para ponerlo en una bandeja y llevarselo.

-Aquí tienes -Sonreí Te lo comes todo, y no te levantes tienes que descansar.

-No tienes que hacer esto -Sonrió- Gracias.

-Cris... Quería hablar de lo que paso en la playa.

-Esta olvidado -Me miró- No paso nada.

-Esta bien -Bajé la mirada.

-Me gustaria volver -Sonrió- Pero esta vez con biquini.

-Si, y por el día -Reí- ¿Vemos una peli?

-Vale -Se levantó a dejar la bandeja, pero la paré.

-Voy yo -Sonreí.

(...)

-Dejame hacerte un recojido -Insistió Tamara.

-No, iré con el pelo suelto.

-Confía en mi, vas a quedar bien.

-Vale, pero me dejas el fleco.

-¿A un lado?

-Recto.

-¡Bien!

La verdad es que Tamara era muy buena con la peluquería.

*10 minutos después*

-¿Ya?

-Perfecta -Sonrió me colocó mejor el pelo y me dió la vuelta para que pudiera verme.

-Tamara... Eres genial -Sonreí.

-Lo se -Rió- No me puedo creer que valla con Marcus al baile.

-Si, oh, Marcus el precioso, tu príncipe -Tamara rió- Hello! ¿Te acuerdas de tu mejor amiga? Va a ir sola al baile.

-Marcus tiene un amigo que vendrá con nosotras, así que... Le podrías conocer, además sé simpático con el.

-Más te vale que sea extremadamente mono -La fulminé con la mirada.

-Claro, claro...

-Chicas -Leo tocó la puerta- Ya han venido a buscarles.

-Ya vamos -Dije me puse los tacones y salimos- ¿Alex?

-No se -Se encojió de hombros.

-Esta bien -Le di un beso en la mejilla- Adiós hermanito, te quiero.

-Pasenlo bien.

-¿Que te pasa con Alex?

-Nada -Toqué el botón del ascensor.

-Tamara se cruzó de brazos- Soy tu mejor amiga, me enteraré tarde o temprano.

-Anda vamos -Entramos.

-Miralos, son esos.

-Tamara te juro que te mato, esto no te lo perdono. -La amenzaba mientras sonreía falsamente acercandome a ellos.

Que chico más feo.

-¿Listas? -Preguntó Marcus.

-Si -Respondimos a la vez y subimos al coche.

**

-¿Bailas? -Me preguntó el amigo de Marcus, aún no se como se llama.

-No... Mejor me voy a sentar, estoy mareada -Sonreí falsamente y me fui a sentar en uno de los muros del fondo.

1:40 llevaba aquí, y aun así no había rastro de Tamara, si se esto no hubiera venido.

-¿Bailas? -Héctor se acercó.

-No.. -Sonreí- Me encuentro un poco mal.

-Esta bien -Se fue- Si quieres bailar estoy al fondo -Me guiñó el ojo y reí.

-Pareces una marginada -Esa voz...

-¿Alex? -Le miré- ¿Que haces aquí?