6 meses habían pasado, y no sabía nada de él. Era como si la tierra se lo hubiera tragado, interrogaron a los mortifagos encerrados pero estos no sabían nada, lo habían comprobado.
Solo le quedaba buscar por sus propia cuenta a pesar de que sus amigos le aseguraron que hacían todo lo posible por encontrarlo.
Pero no sabía que hacer, ni por dónde empezar, trato de revivir los acontecimientos de el último día que lo vio, fue en la mañana, no habían hablado mucho, desayunaron juntos, después ella salió para ver a sus amigos, él no le había dicho si saldría, en realidad no le dijo nada, sólo unos cuantos gruñidos en forma de respuesta, su forma de actuar de los últimos días le comenzaba a fastidiar, parecía un niño haciendo su berrinche por varios días, sin hablarle, durmiendo en la sala o en otro dormitorio. Comenzaba a creer que de verdad se había artado y se había ido sin decirle nada. Eso pensó varios días, para distraerse solía pasear por el bosque, uno que estaba a las afueras de la ciudad, al principio de este había juegos para niños, luego una barda que prohibía el paso al bosque, era algo grande por lo que la gente se podía perder, continuaba adentrándose en el y como siempre se daba cuenta que no le servía pues a los pocos minutos volvía a pensar en ese problema.
Ese día se había adentrado más sin querer, había llegado más temprano y la luz del día estaba en su esplendor por lo que no se preocupó, además había desarrollado una fascinación por los bosques tal vez porque le recordaban y era lo que más se parecía a la isla en la que estaba Severus.
Recordaba haberle enseñado dos veces ese mismo bosque a Severus las veces que no estaba tan malhumorado, por lo que accedía, así se distraían y podían estar en paz, ya que poco después de que todos se enteraron que salían su vida se volvió un circo, todos los medios querían tomarles fotos como animales en exhibición, habían publicado en el profeta su relación confirmándola, los habían seguido prácticamente desde que había regresado cada vez que salían a comer o pasear, en una de esas veces Hermione solía pensar acariciar el rostro de Severus y este sonreía, no se daban besos pero con eso se la prensa se las ingenió para confirmar todo, además del hecho que se había hecho público unos días antes que vivían juntos, pues los siguieron a casa, al mundo muggle, eso demostró que tan desesperados estaban los buitres por tener chismes frescos. Por esta situación los nervios de Severus estaban cada vez peor, presentaron su queja al ministerio y Hermione le pidió ayuda a Harry, todo disminuyó considerablemente pero a pesar de eso, las últimas semanas ella era víctima de todo esto, ya no los veían juntos, así que se rumoraba una ruptura.
Caminaba sin rumbo y sin ganas, pasaba a través de muchos árboles diferentes y veía las flores adornando el suelo cubierto en su mayoría por pasto. Pronto vio algo que definitivamente no era pasto y que se parecía mucho a....¡era la capa de Severus!
Corrió y la recogió, ya no tenía ese olor que le encantaba, pero definitivamente era de él, comenzó a ver al rededor, a buscar algo, pero nada parecía fuera de normal, en definitiva le había pasado algo, no dejaría su capa ahí sin más. Siguió caminando, más adelante encontró su camisa de vestir blanca, sus pantalones negros, y su ropa interior todo roto en dos partes o por lo menos rasgado. Sus zapatos estaban a lado de unas rocas, lo único intacto era su capa y sus zapatos. A lado de donde se encontraba la roca estaba un árbol con un clavo en el y al parecer un pedazo de papel, que parecía haberse quedado sujeto luego de que la mayor parte cayó, si este se cayo hace tiempo nunca lo encontraría, aún así se puso a buscar rápidamente, a unos cuantos metros ahí estaba, una nota, sucia y algo rota pero increíblemente legible. No conocía la letra y solo decía una cosa: Berk.Levantó su vista confundida y pudo ver el cielo, el sol comenzaba a esconderse, más adelante había un acantilado, ahí finalizaba el rastro o cualquier pista pero comenzaba una nueva aventura.
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Sus grandes alas desplegaban como un papalote, su cola le daba impulso, desde su garganta salió plasma avanzando por los cielos hasta convertirse en llama y desapareciendo entre las nubes. Parecía furioso, volaba hasta desaparecer de la vista del ojo humano hacia dónde había dirigido su ataque. Por entre las nubes se escuchó su particular rugido, haciendo que los aldeanos voltearan y vieran al sol esconderse, dado casi por terminado el día.
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King Kong (Sevmione)
FanfictionEsta es una idea loca que se me ocurrió cuando vi la película King Kong de 2005, me encanto la "relación" entre el gorila y la protagonista se me hizo muy tierno, *otra historia más romántica que crepusculo*