Emma entregó a África la ballesta.
-Gracias, veo que con el arco te basta.
-Y me sobra, A.
-Ahora tengo que pensar en donde esconder la espada.
-Vale, voy a guardar la comida en la mochila.
Al cabo de unos minutos llega África con la espada guardada en una especie de alforja.
-Estoy lista, manos a la obra.
Emma, con el arco y las flechas en la espalda va detrás de África.
Juntas salen sigilosamente del refugio, y al rato de Las Viudas.
Tardaron unos 40 minutos en llegar, iban despacio ya que tenían que tener cuidado y África guiaba el camino.
Tras llegar a su destino, África estaba mirando fijamente hacia arriba y Emma la miraba con una cara extraña.
-¿Qué estás mirando? Normalmente la gente se queda en el suelo.-dijo vacilando a África.
África la miró y sonrió.
-¿Estás segura?
De pronto una señora se descolgó de una rama. Era bajita, tenía el pelo revuelto, marrón y rizado y una mirada de loca. Sus ojos eran castaños y pequeños.
-¡Hoooola!-dijo la señora con voz de loca.
-¿¡Qué cojones?!- dijo Emma asustada mientras apuntaba a la mujer con el arco.
África hizo que Emma dejase de apuntar a la señora, tirando de ella hacia atrás.
-Relajate, ella es de quién te hablé.
Emma bajó el arco.
-Usted es Paca, ¿no?
La mujer bajó del árbol. Llevaba una camiseta vieja morada y unos pantalones negros rotos y mugrosos. Iba descalza, había una ardilla posada en su hombro.
De pronto escucharon a un animal balar, y de entre los matorrales salió una cabra.
-Os presento a Mahe, mi marido- dijo sonriendo con dulzura al animal.
-Bonita...cabra- dijo Emma extrañada e incómoda.
Susurrando, Emma le preguntó a África: ¿de qué conoces a esta señora?
-Mi madre trabajaba en un psiquiátrico, y yo iba a visitarla. Conocí a esta señora y me hice su amiga. Me contó muchas cosas sobre como escapar del país, ya que ella había logrado escapar varias veces de España para que no la metiesen en un psiquiátrico, de eso la conozco.
La mujer, ansiosa, preguntó:
-Bueno, las charlas aburridas para luego, ¿que queréis?- dijo sonriendo.
-¿Te acuerdas de las historias que me contabas? Pues ahora quiero que nos ayudes a cumplir una de esas historias que me contaste.
-Y que sea rápido-dijo Emma con voz baja.
Paca, la buena mujer, dijo:
-Aaaanda si tú eres África. ¿Qué tal tu madre?
-Murió, hace meses. Al igual que la familia de Emma.
-Ah, pues bien-dijo sonriendo y mirando fijamente a África.
-¿Nos ayudarás o qué?- dijo África algo harta.
-¿Y qué queréis hacer?
-Queremos que nos lleves a Estados Unidos.-dijo África
-Mmmm...vale. Pero con una condición: que a la vuelta, me traigais un hurón de patas violeta.
-Pero no se llamaba hurón de patas neg...
África le puso una mano en la boca a Emma.
-Shh, calla. Se me acaba de ocurrir un plan-dijo susurrando-.
Señora Paca, déjenos unos minutos para hablarlo.
Las chicas se dieron la vuelta, África le dijo a Emma:
-¿Eres consciente de que no vamos a volver, no? Ese trato no se va a cumplir nunca.
África y Emma se dieron la vuelta.
-Señora, oiga, ¡señora!
La mujer estaba revoloteando con los animalillos.
-¡Ah! ¡Ya habéis vuelto!-dijo con hojas en el pelo y con su sonrisa de loca.
-Aceptamos las condiciones-dijo Emma, ya hasta el chichi de la señora.
-¡Fantástico! Vamos a ello.- dijo Paca, moviendo los brazos a modo de pájaro.
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La Invasión T.
ActionNos encontramos en la 3ª guerra mundial, en un mundo corcomido por el miedo. Pero sobre todo corcomido por el poderoso líder Theo. Sólo unos pocos, denominados "X", se atreverán a romper las normas de los "T" o partidarios de Theo.