Capítulo 3

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Dos meses después.

Decido llevar a Luz al parque. Ana me ha dicho de uno que también tiene centro comercial, así que hemos decidido llevar a los niños a jugar y luego iremos de compras. Después del almuerzo baño y visto a mi pequeña y después de arreglarme con un pantalón ajustado, botas bajas y un suéter tejido hermoso, estamos listas para irnos.

-Mami ¿dónde está papi? -pregunta Luz mientras sigo el camino en el GPS.

-Papi está en el trabajo cariño.

-¿Hoy sí come con nosotras?

Suspiro, mi pequeña nota cualquier movimiento diferente. No es la primera vez que Alexander no llega a tiempo a cenar y cuando llega ya Luz se ha dormido.

-Sí mi amor, eso espero...

Llegamos al centro comercial y justo al lado esta el parque, bajamos y tomo a Luz en brazos.

-Te amo princesa.

-¡Te amo mamiii!

Sonrío. Al llegar, Luz se vuelve loca con todos los juegos que hay, la miro correr entre otros niños y me acerco a fotografiarla, se ve preciosa.

-Hola Juli

-Hola Ana -me acerco y la abrazo. Saludo a Paul y este después de besar mi mejilla se va corriendo a donde esta Luz.

-Se vuelven locos en los toboganes.

-Sí -sonrío.

-¿Y cómo esta todo?

-Bien, extrañando un poco a mi familia pero bien.

-Debe ser muy duro estar tan lejos de ellos, pero ya verás que todo pasará muy rápido y estarás con ellos pronto.

La abrazo y ella acaricia mi espalada.

-Gracias Ana.

-Para eso estamos amiga.

-¿Cómo estás tú? ¿Que tal Peter?

-Bien, ha estado lleno de trabajo con eso de la nueva obra. Pero lo disfruta mucho.

-Lo imagino.

-¿Y Alexander? ¿La gata de Gilda no lo ha molestado más o sí? Dime porque sino la matamos entre la dos.

Rio y ella me acompaña.

-No, no. Bueno, no me he enterado de nada. Alex está bien, ha estado un poco ausente en las cenas de estas últimas noches pero bueno, no hay nada que pueda hacer, esta lleno de trabajo.

-Igual que Peter, pero hay que mantener la guardia porque sabes que nuestros hombres no han puesto un pie cuando ya hay gatas rodeándolos.

Vuelvo a reír, cada de vez que salgo con ella no hay manera que no ría.

-Deberías conocer a mi mejor amiga, se llama Kamila y estoy segura que se llevarían muy bien.

-Pues dile que venga, a mi también me encantaría conocerla.

-Se lo diré. -Los niños se acercan riendo-. ¿Quieren helado? -asienten y los tomamos de las manos.

Después de pasar una tarde agradable con Ana y Paul, volvemos a casa para la cena. Nani y Jenni han preparado un rico estofado y ya no puedo esperar para probarlo.
Lavo las manos de Luz y volvemos al comedor en donde ayudo a poner los vasos y cubiertos.

Son las siete y media y mi alemán americano debió haber llegado hace media hora, suspiro y le doy la comida a Luz. Jenni ve que solo como un poco de estofado y me pregunta:

Eres Mía para Siempre  II [ REALIZANDO CORRECCIONES ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora